Respira bien mientras te ejercitas

Respirar es un acto que realizamos inconscientemente, ya que desde que nacemos es lo que hacemos para poder vivir. Es por esto que es una acción en la que no reparamos y que tiene más importancia de la que en verdad le damos.

Respirar bien es la base de un buen rendimiento deportivo, por este motivo tenemos que tener en cuenta algunos principios básicos para obtener grandes dosis de oxígeno.

Normalmente, cuando corremos o levantamos pesas hacemos escalada… no nos concentramos en la respiración, sino que solamente nos fijamos en la acción que estamos llevando a cabo y no lo hacemos en cómo la estamos haciendo.

Es importante que a partir de ahora comencemos a controlar nuestra respiración y saber cuál es el mejor momento para tomar aire o expulsarlo y por cuál parte del cuerpo.

Nosotros tenemos dos vías de obtención de oxígeno: la nariz y la boca. Aunque lo ideal, según Antonio Shumbiauca, entrenador personal del Gold Gym, es es obtener el aire a través de la nariz, pues entrará depurado al organismo y, expulsarlo por la boca.

El modo de hacerlo cuando practicamos deporte es aspirando fuertemente por la nariz y llenando los pulmones. La expulsión de dióxido de carbono debe hacerse poco a poco y siempre por la boca. De esta manera aumentaremos el rendimiento de nuestro cuerpo.

Shumbiauca dice que en primer lugar es fundamental mantener un ritmo. Dos, tres o cuatro pasos, la medida la pones tú. Es importante que no te desvíes de este ritmo de inhalación y exhalación durante el ejercicio, pues éste debe ser llevado a cabo de forma constante y uniforme, para así no desgastar tu organismo más de la cuenta.

“Si estamos realizando una carrera es importante que nos adaptemos a un ritmo de respiración que debe ser constante a lo largo de todo el tiempo que dure el ejercicio, ya que el aporte de oxígeno no debe ser interrumpido.

Otras medidas importantes

Según otros expertos, respirar de manera abdominal es otra medida que hay que tener en cuenta para no desgastarte más de la cuenta. Procura mantener una posición recta apoyándote en tu espalda y respirando con la barriga. Si lo estás haciendo correctamente, sentirás que tu pecho permanece estable y que la que se infla y desinfla es tu barriga.

Respira por la boca. No necesariamente debes respirar por la nariz para mantener un ritmo estable. Puedes utilizar tu boca para inhalar si sientes que no estás tomando la suficiente cantidad de aire, para así poder satisfacer la demanda de oxígeno que tu cuerpo te exige. Incluso, te cansarás menos.