Por Robert Vargas
Sin importar qué tan productivo sea ; si asiste a las 12 sesiones ordinarias de cada año; si toma o no toma turnos en las sesiones de la Sala Capitular; si se reune o no en las comisiones permanentes de trabajo, cada regidor del Ayuntamiento Santo Domingo Este disfrutará de un salario anual de 2 millones 640 mil pesos, más combustibles, canastillas para las embarazadas y bonos para la navidad, reyes, Día de las Madres y apertura del año escolar.
Aún así, con todos esos beneficios, la bancada del Partido de la Liberación Dominicana, (PLD), con el respaldo de un regidor reformista, logró imponer que la Sala Capitular sesiones de manera ordinaria solo una vez cada 30 días.
Este año 2016, entre el día primero de enero y el 15 de agosto, la Sala Capitular del ASDE se reunió para sesionar ¡Solo dos veces!
O sea, que el municipio le pagó a cada regidor o regidora la suma de ¡Un millón, 650 mil pesos! por asistir a dos reuniones.
Esa cantidad es lo que se corresponde con siete meses y medio de trabajo, puesto que de agosto los regidores de la pasada gestión no cobrarán el sueldo completo, sino la mitad.
Los que comenzaron a trabajar el pasado 16 de agosto, ya tienen asegurado cada uno 110 mil pesos, equivalente a la mitad del sueldo mensual.
En pocas palabras, los regidores del ASDE son extremadamente bien pagados.
Entre estos los hay que ni siquiera abren la boca. Solo saben levantar o dejar debajo la mano, según convenga.
Quizás el conocimiento de estos detalles ayuden a entender la vehemencia con la que el regidor de oposición Daneris Santana reclamaba que fueran convocadas al menos dos sesiones ordinarias cada 30 días, no una sola como propuso e impuso el bloque oficialista.
Es posible que esto ayude también a entender la postura del regidor del BIS, Manuel Soto Lara, quien dio un discurso en el que denunció a sus propios compañeros que no quieren asistir a al menos dos sesiones al mes.
¿Por qué los regidores del PLD no quieren más de una sesión ordinaria?
Quienes no conocen las interioridades del ASDE, podrían pensar que “los más beneficiados” de sesionar solo una vez al mes de manera ordinaria, son los regidores.
Totalmente falso.
A quien más le conviene que los regidores estén fuera de la sala Capitular la mayor parte del tiempo es a la Administración, al Alcalde o Alcaldesa, puesto que aquellos pierden su escenario natural de gestión y, por tanto, el síndico puede actuar a su antojo sin que nadie que le reclame por su accionar.
Además, en las sesiones ordinarias los concejales pueden someter directamente sus propuestas de resoluciones y llevar al plenario las inquietudes de sus comunidades.
Sin embargo, si se tratara de sesiones extraordinarias, los temas que ellos están interesados en que sean conocidos por el Concejo estarán sujetos a que el Presidente o Presidenta de la Sala Capitular los incluya en la agenda.
Si al Presidente o Presidenta no le da la gana de incluir los temas, simplemente se quedan en el escritorio.
La experiencia en el ASDE es que rara vez son convocadas sesiones ordinarias, la mayoría de las veces se trata de sesiones extraordinarias para conocer, preferentemente, cuestiones que somete el Alcalde.
Estas son convocadas, generalmente, solo después que la Administración ha hecho sus amarres, con “cafecito” incluido para asegurarse de que los regidores le aprobarán sus propuestas.
La Administración no quiere “ruidos”, y los regidores del PLD no quieren que los regidores de la oposición tengan la oportunidad de hacer “ruidos”, como ellos llaman a las propuestas de debates de la oposición.
Eso explica la vehemencia con que los regidores oficialistas actuaron para oponerse a que fueran obligatorias al menos dos sesiones ordinarias al mes.
En el año 2010, al inicio de la pasada gestión, se dio el mismo debate que han protagonizado esta vez los regidores del ASDE.
La oposición exigió dos sesiones ordinarias al mes.
El PLD logró imponer que fuera solo una sesión ordinaria y, aún así, pocas veces se cumplió con esa reglamentación.
Es más, este año 2016 no ha habido una sola sesión ordinaria, todas fueron extraordinarias, en violación abierta y desenfadada de la ley que regula los ayuntamientos.
Vistas así las cosas, podrían entenderse mejor los motivos por los cuales los regidores del PLD están dispuestos a permitir que ellos y sus colegas opositores se embolsillen cada mes, cada uno, 220 mil pesos sin dar un golpe.
¿Es cuestión de “vagancia”?
Si se observa bien, no se trata de una cuestión de “vagancia”, como parece a simple vista.
A la Administración le conviene tener a los regidores lejos de la Sala Capitular la mayor parte del tiempo para actuar con manos libres y sin fiscalización alguna.
Claro que existían, probablemente existen y existirán regidores vagos e incapaces, pero no todos son así. Los hay muy buenos.
Y, a estos muy buenos es que no quieren cerca de la Sala Capitular.
Entonces logran que a todos, por igual, los llamen “vagos”, lo que no es justo.
Solo se refieren a todos los regidores como “vagos” aquellos que no conocen en detalle las interioridades de los intereses que allí estan en juego, inetereses que pueden ser económicos o políticos.
Ya “el palo está dao”.
Fue decidido que solo sesionarán en forma ordinaria una vez cada 30 días, el segundo jueves de cada mes.
El municipio debe estar atento para cuidar porque ese mandato se cumpla, después de todo, a los regidores todos se les paga con el dinero de nuestros impuestos.
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