lunes, 15 de junio de 2015
El poder económico del cine dominicano
El séptimo arte se erige como un reglón que aporta gran dinamismo a República Dominicana
E
l cine es arte, entretenimiento y diversión. Una industria compleja que mueve millones e integra múltiples sectores de la economía. “No hay ninguna otra industria que tome 60 millones, por decir un monto, y lo invierta en todos los renglones de la economía en tres meses. Lo inyecta a nivel horizontal, porque una película compra materiales en una ferretería, compra comida, alquila carros, o sea, se mueve por todas partes”, describe Iván Reynoso, productor ejecutivo de la empresa Panamericana Films.
Pero la historia no siempre fue así, pues estos presupuestos de entre RD$30 y RD40 millones no eran muy frecuentes antes de la ley de cine, explica Humberto Che Castellanos, presidente de la Asociación Dominicana de Profesionales de la Industria del Cine (Adocine). “Esto que está pasando es buenísimo. La industria está creciendo de una forma exponencial, va a llegar a un momento en que se estabilice. Pero de casi no tener películas a estar haciendo entre 10 y 12 por año es un gran paso”, según Che, quien ha producido películas como de Pez en Cuando, Cómplices y Cristo Rey.
Antes de la actual legislación, era difícil determinar el presupuesto final, porque todas las transacciones se hacían en efectivo. Había películas que podían costar RD$10 ó RD$20 millones. No en todos los casos se recuperaba la inversión. Nueba Yol y Perico Ripiao son ejemplos de casos exitosos. Otros casos de éxito fuera de la ley son Sanky Panky y Lotoman, asegura Che.
A juicio de Reynoso, la Ley 108-10 para el Fomento de la Actividad Cinematográfica en República Dominicana ha venido a organizar y crear la industria, con los consecuentes beneficios económicos para los involucrados directamente en el negocio, como para otros sectores de la economía.
“El cine dominicano es rentable gracias a la ley. Hay películas que son más rentables que otras. No soy de los que cree que porque hagas un tipo de cine es malo o no, todos tenemos derecho y haciendo es que se aprende”.
Calidad
Reynoso no considera que el país deba alejarse de la comedia, pues este género representa a nivel mundial casi el 70% del cine que se produce. Una de las razones de esta aceptación es que “no creo que les guste irse a atormenta todo el tiempo al cine. El cine también es entretenimiento. Una cosa no quita la otra”.
Reynoso se siente cómodo produciendo comedia, pues de esta manera se complace a una gran masa de público. “Estás trabajando en la industria del entretenimiento”. A su juicio, el nivel de producción local no tiene nada que envidiarle a otras latitudes. A nivel técnico y ejecución el país se cuenta bastante bien. No obstante, considera que el guión tiene ciertas debilidades o las actuaciones.
Para Che Castellanos, las quejas sobre la calidad del cine local son mínimas. “Estados Unidos produce 700 películas, pero solo una gana el Oscar y hay 500 malas que no llegan ni siquiera a los cines. Es algo normal. Hay buenas, hay malas, hay gente que les gusta una cosa y gente que les gusta otra”.
Una de sus consideraciones es que a veces se critican películas que el público asiste masivamente a verlas.
Por otro lado, entiende que no es tan difícil que el cine dominicano se aleje un poco de la comedia, por ejemplo, este año va a estrenar una menor proporción de comedia, a lo cual el público reacciona favorablemente. “Pero la comedia, aquí y en todas partes, es el género que más atrae gente, porque sirve para despejarse y olvidarse de los problemas”.
“Tú no quiere ir a un cine a angustiarte. En este país la realidad es muy penosa para que también tengas que verla en el cine. Pero la comedia romántica y las películas de drama simple van funcionando”, agrega.
Incentivo
En años previos a la entrada en vigencia de la Ley 108-10 para el Fomento de la Actividad Cinematográfica en República Dominicana, la industria local sólo producía entre dos y tres películas por año, mientras que ahora anualmente la Dirección General de Cines(DGcine) expide decenas permisos de rodaje, lo que demuestra la efectividad del instrumento jurídico.
La legislación estimula las inversiones en el cine por medio de la exoneración del 25% del impuesto de sobre la renta de las empresas, a cambio de que sean dirigidos hacia el séptimo arte.
En lugar de que los recursos sean transferidos al fisco, los empresarios tienen la posibilidad de apoyar el arte local y recibir el retorno de su inversión con los beneficios.
Además de incentivar la inversión local, el país busca atraer inversionistas extranjeros, ofreciendo, además de la ley, una gran variedad de paisajes: cordilleras, ríos, valles, desiertos, cascadas, exuberantes, bosques tropicales y playas sin tener que recorrer grandes distancias.
Por otro lado, el país ofrece ciudades con variados de estilos arquitectónicos que pueden adaptarse a cualquier periodo de la historia.
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