miércoles, 8 de julio de 2015
Procuraduría confirma que en Anfiteatro Nuryn Sanlley se incumplen niveles de ruido
En zona se permiten 50 decibeles y algunos eventos llegan a 75
DISTRITO NACIONAL. En sólo seis meses de inaugurado el polémico Anfiteatro Nuryn Sanlley, ubicado en el Parque Iberoamérica, sector La Esperilla, las autoridades medioambientales ya han debido advertir por escrito al alcalde del Distrito Nacional y creador de la obra, Roberto Salcedo, sobre los altos volúmenes que se generan en el lugar durante la realización de los eventos artísticos.
Los resultados de las investigaciones de dos denuncias de ruido recibidas en la Procuraduría para la Defensa del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, en contra del referido anfiteatro dan cuenta de que se está violentando los 50 decibeles establecidos para esta área calificada de tranquilidad por tener dos hospitales cerca (Hospiten y el de la Mujer).
Tanto la comunicación enviada a Salcedo por el Ministerio de Medio Ambiente el 20 de mayo de este año como la remitida en marzo por la Procuraduría para la Defensa del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, destacan las repercusiones que pueden producir los altos niveles de ruido a la salud de los moradores y los pacientes de ambos centros asistenciales.
Las inspecciones hechas por la Procuraduría en dos actividades efectuadas en el anfiteatro indican que la primera realizada en mayo de este año durante la presentación de Diego el Cigala, los decibeles oscilaban entre 54 y 58, mientras la segunda verificada durante un concierto de rock sinfónico el pasado viernes alcanzaba los 63 y 75 decibeles, lo que sería un 50% por encima del nivel permitido.
"En las mediciones tomadas desde la parte frontal del edificio IWA, Torre Palma Real y Torre Capricornio, los decibeles oscilaban entre 54 y 58. El espectáculo (de Diego el Cigala) terminó a las 11:00 de la noche", detalla una de las actas de inspección.
En la segunda visita de la Procuraduría a la zona, una representante de la Torre IWA, informó sobre el malestar de los vecinos no sólo por el ruido que producen las actividades sino también por los entaponamientos que genera la gran cantidad de personas que acuden a los conciertos y al denominado espectáculo de luces Brillante Navidad, que realiza el Ayuntamiento en diciembre.
"Todas las inspecciones que hemos hecho forman parte de la investigación que tenemos, después debemos tomar una decisión, aunque no sabemos todavía pero sí debemos enviar otro comunicado", precisó Francia Calderón, procuradora de Medio Ambiente.
Un lugar inapropiado
Tanto la magistrada Carmen Núñez de la Procuraduría de Medio Ambiente como el arquitecto urbanista Omar Rancier consideran inapropiado que se haya construido un anfiteatro en la zona.
"Si fuera un sitio cerrado a lo mejor los decibeles no aumentarían así, pero entendemos que la zona no es adecuada para un anfiteatro, además se suma que hay hospitales cerca", precisó Núñez.
Asimismo, Rancier destaca que la construcción de un anfiteatro en ese lugar entra en contradicción con el contexto donde está ubicado.
"Un anfiteatro entra en contradicción con el uso residencial porque se van a producir ruidos, y las actividades que se han estado produciendo incluyendo Brillante Navidad, entra en contradicción con la vocación de uso que tiene esa zona, por lo tanto el Ayuntamiento debería velar por control esa situación", manifestó el arquitecto.
Recomienda hacer un plan de manejo en coordinación de los moradores de la zona, quienes sufren los bullicios y entaponamientos para determinar las actividades que son compatibles con el sector.
"No se puede hacer actividades de mucha asistencia si no se dan las condiciones para eso", agregó. Dijo que ese tipo de lugares se hacen en sitios relacionados al ocio, pero no a residencias, un lugar que recomienda: las zonas de la avenida George Washington.
"Ese puede ser un buen escenario, con el mar de fondo y espacio que se puede adecuar a lo que quieren hacer".
A quién beneficia el anfiteatro
Desde su inauguración se calcula que al anfiteatro han asistido cerca de diez mil personas a unos ocho eventos donde han participado artistas nacionales e internacionales, tales como Danny Rivera, Chucho Avellanet, Pablo Alborán, Diego el Cigala, Myriam Hernández, así como la producción Los tres temores con Cuquín.
Aparte del arrendamiento el empresario artístico que desea presentarse en este escenario debe pagar diez mil pesos por evento para optar por una póliza de medio millón de pesos.
"Nosotros arrendamos el establecimiento por cincuenta mil pesos si es un espectáculo local y 75 mil si es un espectáculo internacional. Eso se hace mediante pagos de cheques certificados a nombre de la Alcaldía con un cincuenta por ciento para la reservación y un cincuenta por ciento antes del evento", explicó a DL Tessie Sánchez, gobernadora del anfiteatro y encargada de Comunicación de la Procuraduría.
El dinero que se recauda por el arrendamiento del lugar, pasa al fondo general de la Alcaldía y por lo general el gasto que genera el anfiteatro es empleado en el mantenimiento del mismo.
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