H ay una generación de dominicanos que se enamoró con las canciones de Leonardo Favio. Muchos de ellos hoy lamentan su muerte, acontecida ayer en su país, Argentina. Tenía 74 años.
En República Dominicana se conoce a final de la década de los 60 cuando graba (en 1968) su primera producción discográfica “Fuiste mía un verano”. En escenarios locales también cantó.
El primer álbum contiene los temas “Así es Carolina”, “Amanecer y la espera”, “Ella... ella ya me olvido”, “Ni el clavel, ni la rosa”, “No ser Dios y cuidarlos”, “Quiero aprender de memoria”, “Para saber cómo es la soledad”, “Anny”, “Alguna vez una canción”, “O quizás simplemente le regale una rosa”. Las emisoras dominicanas aún suenan esas canciones con frecuencia. Ayer fue uno de esos días.
Más allá de la música, Favio recibía ayer elogios en Argentina por su labor de cineasta. Su mejor apuesta en pantalla: “Nazareno Cruz y el lobo”. Fuad Jorge Jury, como era su nombre de pila, era peronista. Sus ideales políticos lo llevaron a vivir exiliado, en la época de la dictadura militar, en 1976. Regresó a Argentina en 1987.
“Era un loco, en el sentido más poético de la palabra, un Quijote. Buscaba lo imposible porque era un artista”, manifestó el actor Alfredo Alcón.
En la prensa
La prensa argentina destacó ayer la pérdida del artista. “Uno de los últimos directores con sello de autor, conjugó calidad con popularidad: su “Nazareno Cruz y el lobo” llevó a más de 3 millones de personas a los cines. También abrazó la música popular con piezas como “Fuiste mía un verano”. Conoció la pobreza de primera mano y fue un pasional peronista”, publicó Clarín.
Tras varios años enfermo, Favio estaba internado desde hacía varias semanas en un sanatorio, y murió como consecuencia del agravamiento de un cuadro de afecciones crónicas que sufría y que en los últimos tiempos había provocado un marcado deterioro en su estado general de salud.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, destacó ayer sus dotes como artista y como persona: “Quiero decir unas palabras que no quiero que sean de tristeza porque a los grandes no se los recuerda llorando, sino trabajando y militando por la patria. Por eso pido un gran aplauso para Leonardo Favio”, dijo la mandataria.
Última vez en público
En agosto de este año, a pesar del agravamiento de su salud, tuvo una última luz pública cuando la Cámara de Diputados le otorgó el Diploma de Honor ‘Presidente Néstor Kirchner’ por “su trayectoria artística y sus convicciones intransferibles”. Declarado hace dos años por el Gobierno como “embajador de la cultura argentina”, Favio tiene en su haber una decena de películas, entre ellas “Nazareno Cruz y el Lobo”, de 1975. “Ha fallecido Leonardo Favio, enorme cantante, compositor y director de cine.
Querido amigo, descansa en paz”, escribió el cantante español Raphael a través de la red social Twitter. Favio, quien nació el 28 de mayo de 1938 en la provincia de Mendoza (oeste), tuvo una niñez difícil. Su padre abandonó el hogar cuando era muy chico y su madre, la escritora y locutora Manuela Olivera, le dio ímpetu artístico. “No pasó una infancia fácil, con varias estancias en institutos de menores y un conocimiento de primera mano de la pobreza”, indicó el diario Clarín.
A su vuelta a Argentina, en 1987, retomó su carrera de cine con “Gatica, El Mono”, estrenada en 1993. Entre 1996 y 1999, Favio dirigió el documental “Perón, sinfonía del sentimiento”, sobre la historia del peronismo y la vida del tres veces presidente argentino Juan Domingo Perón (1895-1974), reseñó la agencia Efe.
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