Recientemente estuve en el cine. Mientras pasaban el tráiler de Biodegradable alguien vociferó en la sala "no es posible que esa película sea dominicana, se ve muy ápera". Las expectativas son altas y el público espera ver algo diferente. Así llegué a la entrevista con Juan Basanta, quien de paso me dejó ver un poco más de lo esperado. Aunque me aseguró haber llegado al nivel de estrés grado 15, su estado de ánimo mostraba un grado 1. Humor a flor de piel y mucha disposición para colaborar con las fotos, hasta permitirnos desmantelar su oficina a nuestro antojo.
El camino siempre fue en esta dirección. Puntos en el camino, rutas para llegar. Todos los caminos conducían a Roma, y esta es nuestra Roma. Es mi Coliseo. Si tienes tus metas claras y con pasos firmes, vas a llegar, y si no estás llegando, por lo menos vas a saber dónde estás. Para eso sirven las metas, para uno ver cuánto ha avanzado y qué tan lejos estás. Los videos han sido el camino para muchos grandes directores, donde mostraron las condiciones que tenían. Seguimos haciendo publicidad, comerciales, videos y producciones internacionales.
¿Por qué Biodegradable?
Biodegradable es algo que se puede descomponer y transformarse, es reinventar la vida. Es una cosa hasta de la resurrección inclusive. En el caso de que el amor logre tocar fondo, romperse y volverse a levantar nuevamente como amor. La vida de Rosa se rompe en la película, ella vuelve y se levanta.
¿De dónde surge el interés por hacer esta adaptación de ‘Una rosa en el quinto infierno' de William Mejía?
Vamos a decir todo lo contrario. No me llamaba la atención el pasado y entendí que el presente lo estamos haciendo mal. Me dije "vamos a ver qué pasa si pensamos en cómo sería el futuro que hicimos hoy, y en ese cambio y visión ver una historia de amor". Es interesante ver cómo ese cambio de vida y contexto te afectaría las emociones, manteniendo la esencia de lo nuestro, el dominio totalitario y la división social; ver cómo abusan de la mano de obra barata... En Biodegradable presento la piel social de esta historia de amor.
¿Entonces eres un romántico?
Creo que sí, soy un idealista romántico. Creo que uno de los grandes momentos de la humanidad fue el romanticismo.
¿Reciclar sus sueños? Una escena hace alusión a eso.
Es una de las partes de la demagogia. Eso es una gran mentira. A veces la hipocresía es tan tolerada, y este señor -deliberadamente- en el filme dice: "vamos a reciclar tus sueños". Si tus sueños los hubieras vivido, y te dicen que te van a cambiar tus sueños, debes saber que es una trampa política.
¿La ciencia ficción es un reto personal o es por no ser encasillado en la comedia, algo como "lo que todo el mundo hace en el país"?
Ni una cosa ni la otra, Biodegradable es una oferta diferente. Tenemos muchas pizzerías, lugares de hamburguesas y a algunos comiendo sushi... bueno, ¡pues vamos a agregar algo al menú del cine! Pondremos un plato diferente en la mesa.
¿Qué es biodegradable en este filme?
El amor y los valores humanos.
¿Cuál fue el criterio de selección de los actores y actrices?
El 5% de los actores son extranjeros, el 95% es candela dominicana a todos los niveles. Encontrarás una constelación de estrellas dominicanas, donde el criterio para su selección fue que le dieran al papel la dimensión que le dieron. Todos audicionaron. Son profesionales de marca mayor en cualquier liga. Los actores y actrices dominicanos son tremendos.
¿Cuáles son los retos que enfrentas en esta nueva etapa de tu carrera?
El reto fundamental es que nosotros ponemos la barra de la calidad un poco alta y, a veces, hasta a mí me puede quedar grande. El compromiso que he hecho con el público es darle un trabajo espectacular... y ese es el gran reto. Creo que lo cumplo con honores, pero al final de cuentas ellos tienen la última palabra.
¿Qué tiene la cinematografía que ha dejado de lado tus otras dos carreras?
Estudié Comunicación Social y eso abarca todo. El Derecho fue un momento ‘stand by' porque no había dónde estudiar aquí con las herramientas necesarias. Nunca las terminé, fueron dos años de comunicación y dos de derecho que me son útiles en lo que hago.
¿Entonces el cine...?
El cine no es una vocación, o lo haces o te mueres. En el cine siempre dependes de alguien, siempre tienes que cuidar a alguien; pero la obra cinematográfica te invita a hacer una reflexión. Al ser un discurso que abre, cierra y plantea, tiene la magia de la dramaturgia también.
¿Por qué luchas?
Si algo soñaría es con reducir el abismo social. Que la distancia entre los que tienen mucho y poco sea más corta. Eso vale para todo, el que tiene mucho amor que le dé al que tiene poco amor. La gente que es indiferente a los problemas de los demás tiene problemas. El ser humano tiene que ser más importante que cualquier otra cosa. Si valoras el ser humano y la vida, tienes que luchar para que la gente esté mejor. La indiferencia de los demás para con los otros es lo que me motiva todos los días a preocuparme por el ser humano. Ver los niños en las calles me toca; siento el dolor de los demás. Lucho por no endurecerme. El que se pone una coraza deja de ser vulnerable, deja de sentir las cosas.
Actores
Hemky Madera [Aguasanta], Liz Gallardo [Rosa], Cesar Évora [Blas], Francisco Cruz [Pin], Rayniel Rufino [Daniel Marte], Liche Ariza [Gravelli] y Cecilia García [Esther].
"Nada sera como antes"
En un futuro no muy lejano, las naciones son una especie de proyectos dirigidos como empresas, donde todo es monitoreado y la productividad es lo vital. Todo está en manos de un hombre de nombre Blas. Una universitaria llamada Rosa tiene la dicha de que su madre quiere casarla para "mejorar su vida" con alguien que no quiere, sin importarle que ella quiera a otro: Daniel [más pobre que ella]. La madre de Rosa no se detendrá ante nada para mejorar su vida, "y la vida de su hija", como obligarla a casarse con un miembro influyente de los supervisores, Stefano Gravelli. Todo esto desencadena una serie de eventos que arrastran a Rosa y Daniel en un conflicto de intriga política y peligro.
En corto
De niño hiperactivo y juguetón, ¿qué de grande? [risas] ¡Juguetes más caros y la misma velocidad!
Un nombre... Joaquín.
Un lugar... Nueva York.
Un recuerdo de infancia... Jugar pelota con Mateíto Rojas Alou.
Mi sello distintivo... Cuidar los detalles.
¿Cómo se enciende la chispa de tu creatividad? Caminando.
Lo que me hace pensar... La indiferencia.
Lo que no tolero... La indiferencia.
¿Si pudieras devolver el tiempo, a dónde te llevaría? A casa de mis abuelos.
¿Algún sueño inconcluso hasta este año y que hasta ahí quedó? ¡Sí! Ser irresponsable. [Risas] ¡Sueño, meta, propósito! [Risas]
Disfruto... La vida. Me gusta el humor negro.
Un ideal... Renacentista [risas].
¿Qué sigue? Hay varias historias en el tapete, como una historia urbana tipo comedia oscura, que estamos produciendo ahora.
Biodegradable es ciencia ficción... Pero no descarto hacer historias de amor. En algún momento me gustaría hacer todo tipo de género.
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