NUEVA YORK.- Al menos 18 personas han muerto y decenas resultaron heridas como consecuencia de la gran tormenta de nieve
El balance de víctimas confirmadas por las autoridades es el
siguiente: tres en Virginia, dos en Tennessee, una en Ohio, seis en
Carolina del Norte, una en Maryland, dos en Kentucky y tres Nueva York.
La situación es «mala y empeora rápidamente», advertía el alcalde de
Nueva York, Bill de Blasio, en una comparecencia ante los medios a las
11 de la mañana, hora local.
La recomendación generalizada de las autoridades locales para este
fin de semana, en el que la tormenta de nieve Jonás ha golpeado la Coste
Este de Estados Unidos afectando a más de 80 millones de habitantes y
13 estados, era que no se saliera de casa y no se cogiera el coche
excepto en situación de «absoluta emergencia» como recalcaba De Blasio.
En el espacio aéreo estadounidense, el panorama tampoco era bueno. Más
de 8.000 vuelos fueron cancelados hasta el sábado, según datos de la web
FlightAware.
En el estado de Nueva York, el consejo de no salir se convirtió en
obligación. A partir de las 2.30 horas de la tarde estaba prohibido
circular por las carreteras, según anunció el gobernador Andrew Cuomo
poco después del mediodía. Antes ya había quedado suspendido el servicio
de autobuses en la ciudad. Por la tarde, la red de trenes también quedó
interrumpida por el mal tiempo.
El ritmo de Nueva York era lento. Muchas tiendas no abrieron sus
puertas. Había pocos clientes y serias dificultades para llegar hasta
los locales. En algunos supermercados y tiendas de alimentación, los
lineales de productos de primera necesidad, como pan y huevos, estaban
vacíos desde primera hora, pero aún era posible comprar frutas y
verduras.
También permanecían abiertas las farmacias y algunos cafés.
Las luces de Broadway, sin embargo, se apagaron. Tras la suspensión
de los transportes y la prohibición de viajar, la presidenta de The
Broadway League anunció que se suspendían las representaciones de este
sábado. También manifestaba su confianza en que se volviera a la
normalidad este domingo.
El Servicio Nacional de Meteorología «ha aumentado su pronóstico
hasta las 30 pulgadas [60 centímetros] de nieve», señalaba Cuomo para
explicar la gravedad de esta nevada y la prohibición de viajar adoptada
en coordinación con el alcalde y el gobernador de New Jersey, Chris
Christe. En este estado el riesgo de inundaciones obligó a desalojar de
sus hogares a cerca de un centenar de residentes.
Además, la policía de Virginia atendió casi un millar de choques en
carretera. En Kentucky, la I-75 registró más de 50 kilómetros de
retenciones dejando atrapados a cientos de conductores; muchos de ellos,
dejaron varados sus vehículos en esta carretera que reabrió el sábado.
Estado de emergencia en 11 estados
Los problemas en las autopistas se dieron también en otros estados
como Pennsylvania y Virginia Oeste. Hasta 11 gobernadores declararon el
estado de emergencia ante la gran tormenta de nieve, que venía
acompañada de fuertes rachas de viento.
La emergencia fue declarada en Carolina del Norte, Delaware, Georgia,
Kentucky, Maryland, Nueva York, Nueva Jersey, Pennsylvania, Tennessee,
Virginia, Virginia Oeste y Washington DC.
En la capital estadounidense, donde 20 centímetros de nieve cubrían
la ciudad a primera hora de la mañana, la alcaldesa Muriel Bowser
anunció que se esperaban otros 15 centímetros más y vientos de hasta 80
kilómetros por hora durante la jornada.
«Por favor, permanezcan en sus casas y fuera de las calles», pedía en un tuit a los residentes.
Con la primera gran nevada del año, 30.000 vecinos de Nueva Jersey
amanecieron el sábado sin luz. Una situación que se reprodujo en otros
estados. Y todavía está por ver cómo se comporta Jonás a lo largo del
fin de semana.
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