lunes, 12 de julio de 2010
Alergias alimenticias: la pesadilla al comer
Santiago. Alimentarse es una de las actividad más satisfactorias e importantes para el organismo, no obstante, a veces comer se convierte en una pesadilla y toda la ingesta trastorna el sistema digestivo entre otros órganos, por algún alérgeno o alergia a algunos alimentos.
La persona afectada podría presentar los síntomas de diarrea, flatulencias, dolor abdominal, erupciones en la piel, urticaria, picazón, hinchazón de la cara (en especial de los labios, manos y pies), alergia al polen, asma, tos, náuseas y vómitos, dolor de cabeza, migraña, desmayo o mareos.
La gastroenteróloga de la Clínica Bonilla, Lucía Torres, define las alergias alimenticias como "reacciones adversas e indeseables que se observan posterior a la ingesta de un determinado alimento", y las clasifica en tóxicas, cuando la dosis ingerida del alimento agresor es elevada, y atóxicas cuando depende de la susceptibilidad del individuo.
Dentro de las reacciones tóxicas cita la ingesta de alimentos contaminados por microorganismos patógenos como la salmonella, lo cual puede provocar síntomas gastroenterológicos, en tanto las reacciones no tóxicas no son mediadas por un mecanismo inmunológico y están relacionadas a sustancias ya sea farmacológicas como la cafeína (contenida en el chocolate y el café), y la tiramina, contenida en el queso.
Así también reacciones enzimáticas por déficit de enzimas como la lactosa y las reacciones irritantes por la ingesta de alimentos que causen alteración de los mecanismos de defensa de la mucosa gastrointestinal, como por ejemplo, la ingesta de alimentos picantes.
Ante la sospecha de alergias alimentarias se deben realizar pruebas de función cutánea o pruebas radioalergénica (que consiste en la administración de una sustancias radioctiva mezclada con el contenido del alimento o sustancia agresora), para valorar la alteración en la movilidad de los diferentes segmentos del tracto gastrointestinal.
Se deben evitar la ingesta de alimentos como carnes y verduras no cocidas, puestos de alimentos con una higiene deficiente, para así evitar las reacciones de tipo tóxicas. Cuando las reacciones alérgicas son mediadas por mecanismos inmunológicos o alergias alimentarias, si ya se ha determinado con pruebas de exposición o de función del alérgeno, la medida primordial es evitar su contacto o su ingesta.
Dentro de los productos alimentarios responsables de la mayoría de los trastornos alérgicos se destacan: la leche de vaca, las claras de huevo, el trigo, las semilla de soja o de sésamo, los frutos secos como las nueces, maníes, los cacahuates, las almendras, las pipas de girasol, pescados mariscos, los melones, la cebada, quesos, papas, bananas y el chocolate.
Entre la complicación más importante a consecuencia de una alergia alimenticia se destaca el shock anafiláctico, que de acuerdo a los expuesto por la doctora Torres, consiste en una alergia generalizada o sistémica, que puede conducir a la muerte y que requiere una intervención médica inmediata.
Los niños a menudo desarrollan una hipersensibilidad a determinados alimentos a la edad de dos a cuatro años. Los adultos con hipersensibilidad a determinados alimentos, son menos propensos a desarrollar una alergia.
Prevención
No se dispone de ninguna medicación para el tratamiento de las alergias a los alimentos, su médico puede prescribirle una determinada medicación para aliviar algunos de los síntomas. El único tratamiento eficaz es la eliminación del alérgeno, por lo tanto, se sugiere eliminar los alimentos sospechosos de su dieta durante dos semanas (o hasta que los síntomas desaparezcan) y a continuación, vuelva a tomar los alimentos de nuevo uno por uno para comprobar si los síntomas reaparecen.
Los pacientes con alergias graves a determinados alimentos deberán ser extremadamente precavidos a la hora de evitar esos alimentos. Considere la posibilidad de llevar un brazalete de alerta médica o una medalla colgada del cuello que indique su problema alérgico.
La población susceptible, debe dedicarse a leer las etiquetas o el contenido de los productos, tanto farmacológicos o alimentarios, a fin de evitar consumir un producto no apto para su organismo.
La persona afectada podría presentar los síntomas de diarrea, flatulencias, dolor abdominal, erupciones en la piel, urticaria, picazón, hinchazón de la cara (en especial de los labios, manos y pies), alergia al polen, asma, tos, náuseas y vómitos, dolor de cabeza, migraña, desmayo o mareos.
La gastroenteróloga de la Clínica Bonilla, Lucía Torres, define las alergias alimenticias como "reacciones adversas e indeseables que se observan posterior a la ingesta de un determinado alimento", y las clasifica en tóxicas, cuando la dosis ingerida del alimento agresor es elevada, y atóxicas cuando depende de la susceptibilidad del individuo.
Dentro de las reacciones tóxicas cita la ingesta de alimentos contaminados por microorganismos patógenos como la salmonella, lo cual puede provocar síntomas gastroenterológicos, en tanto las reacciones no tóxicas no son mediadas por un mecanismo inmunológico y están relacionadas a sustancias ya sea farmacológicas como la cafeína (contenida en el chocolate y el café), y la tiramina, contenida en el queso.
Así también reacciones enzimáticas por déficit de enzimas como la lactosa y las reacciones irritantes por la ingesta de alimentos que causen alteración de los mecanismos de defensa de la mucosa gastrointestinal, como por ejemplo, la ingesta de alimentos picantes.
Ante la sospecha de alergias alimentarias se deben realizar pruebas de función cutánea o pruebas radioalergénica (que consiste en la administración de una sustancias radioctiva mezclada con el contenido del alimento o sustancia agresora), para valorar la alteración en la movilidad de los diferentes segmentos del tracto gastrointestinal.
Se deben evitar la ingesta de alimentos como carnes y verduras no cocidas, puestos de alimentos con una higiene deficiente, para así evitar las reacciones de tipo tóxicas. Cuando las reacciones alérgicas son mediadas por mecanismos inmunológicos o alergias alimentarias, si ya se ha determinado con pruebas de exposición o de función del alérgeno, la medida primordial es evitar su contacto o su ingesta.
Dentro de los productos alimentarios responsables de la mayoría de los trastornos alérgicos se destacan: la leche de vaca, las claras de huevo, el trigo, las semilla de soja o de sésamo, los frutos secos como las nueces, maníes, los cacahuates, las almendras, las pipas de girasol, pescados mariscos, los melones, la cebada, quesos, papas, bananas y el chocolate.
Entre la complicación más importante a consecuencia de una alergia alimenticia se destaca el shock anafiláctico, que de acuerdo a los expuesto por la doctora Torres, consiste en una alergia generalizada o sistémica, que puede conducir a la muerte y que requiere una intervención médica inmediata.
Los niños a menudo desarrollan una hipersensibilidad a determinados alimentos a la edad de dos a cuatro años. Los adultos con hipersensibilidad a determinados alimentos, son menos propensos a desarrollar una alergia.
Prevención
No se dispone de ninguna medicación para el tratamiento de las alergias a los alimentos, su médico puede prescribirle una determinada medicación para aliviar algunos de los síntomas. El único tratamiento eficaz es la eliminación del alérgeno, por lo tanto, se sugiere eliminar los alimentos sospechosos de su dieta durante dos semanas (o hasta que los síntomas desaparezcan) y a continuación, vuelva a tomar los alimentos de nuevo uno por uno para comprobar si los síntomas reaparecen.
Los pacientes con alergias graves a determinados alimentos deberán ser extremadamente precavidos a la hora de evitar esos alimentos. Considere la posibilidad de llevar un brazalete de alerta médica o una medalla colgada del cuello que indique su problema alérgico.
La población susceptible, debe dedicarse a leer las etiquetas o el contenido de los productos, tanto farmacológicos o alimentarios, a fin de evitar consumir un producto no apto para su organismo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario