La mujer de 91 años e identificada como Jean Stevens, llevaba más de una década viviendo junto al cuerpo embalsamado de su viejito.
Pero también desde hace unos meses también les hacía compañía su hermana gemela, quien partió al otro mundo a fines de 2009.
La mujer, aparentemente con ayuda, desenterró los cuerpos a pocos días de su muerte, y los llevó a su hogar; pero ella no ha querido entregar la identidad de su cómplice.
"La muerte es algo muy difícil de aceptar para mí", dijo la viejita, que hasta el momento se mantiene libre, ya que la policía no ha presentado cargo alguno.
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