martes, 17 de junio de 2014
Tormenta de Polvo del Sahara sobre Europa y América
En estos días, los amaneceres y atardeceres podrían verse en tono
rojizo en los países del Caribe, pero el bello espectáculo podría traer
un mensaje poco alentador, ya que se trata de una tormenta de arena
proveniente del Sahara conteniendo material biológico y químico
potencialmente dañino para la salud. En los últimos años el estudio de
las nubes de polvo generadas por las tormentas del desierto,
principalmente las del Sahara, cobró especial interés en el mundo,
debido a la posible influencia de ese elemento contaminante del aire
sobre el clima y otros ecosistemas.
Las tormentas de arena en el Sáhara provocan que se
eleven a la atmósfera grandes cantidades de polvo y arena que,
suspendidos, logran viajar grandes distancias mucho más allá del
desierto, logrando alcanzar Europa o América. Por lo general una vez que
ocurre una tormenta de polvo (se diferencia de la de arena cuando el
tamaño de la partícula es menor de cien micras), este elemento al ser
más ligero sube hasta alturas de 5 a 7 kilómetros, y forma una masa de
aire muy caliente, cuya humedad relativa es de apenas un 3%.
Una parte de estas nubes puede avanzar por la zona de las
islas Canarias y afectar a España, Portugal y Gran Bretaña, mientras las
otras se mueven por el Atlántico y llegan al mar Caribe,
aproximadamente a los seis días de registrada la tormenta.
Si bien otros desiertos como el de Gobi, en Asia,
tributan también polvo a la atmósfera, el del Sahara es el que tiene
mayor incidencia sobre el hemisferio occidental.
La arena del Sahara se levanta cuando el aire cálido del
desierto choca con el aire más fresco de la región de Sahel - justo al
sur del Sahara. Mientras que las partículas ascendentes se remolinan,
los vientos alisios intensos comienzan a soplar hacia el oeste en el
Atlántico Norte. Las tormentas de polvo se forman, sobre todo, durante
los meses del verano y del invierno, pero en algunos años - por razones
que no se entienden - apenas se forman en todos.
Por sus características físicas, las partículas de polvo
reducen el tamaño de las gotas de lluvia e inhiben la formación de nubes
de gran desarrollo vertical generadoras de precipitaciones,
favoreciendo así los procesos de sequía.Como el polvo viene cargado de
hierro, sílice y sal, además de otros minerales, hongos y bacterias,
puede incrementar la salinización de los suelos, y propiciar la
aparición en los océanos de las denominadas mareas rojas (
concentraciones masivas de algas muy tóxicas), causantes de la muerte de
diferentes organismos marinos.
El peligro que genera el fenómeno de recurrencia anual -que cubre un
área de 800 kilómetros de ancho- radica en el contenido de bacterias,
virus, esporas, hierro, mercurio, y pesticidas que presenta el polvo,
estos contaminantes los recoge a su paso por zonas deforestadas del
Norte de Africa, particularmente los países subsaharianos intensamente
afectados por desertificación generada por el agotamiento de bosques por
el uso no controlado de ese recurso.
Estas tormentas cuando logran concentrarse y alcanzar
áreas pobladas de Europa y América, pueden provocar la aparición de
alergias y crisis asmáticas en muchas personas, sobre todo aquellas que
ya sufrían problemas respiratorios o de inmunodepresión. Muchas veces se
refieren casos de "gripes" persistentes o alergias sin causa aparente
que pueden haber sido provocadas por el contacto con partículas de
origen biológico presentes en estas calimas.
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