El cuerpo examinado presentaba diversos disparos en el rostro, lo que dificultó las tareas de reconocimiento y llevó a que tres familiares de Rodrigues afirmaran que se trataba del comerciante, es decir de su familiar, quien había salido de viaje. El cuerpo presentaba una cicatriz en el pie muy parecida a una que tiene el propio vendedor, así como una indumentaria parecida.
Aquí viene lo curioso.
Cuando la familia regresó del ‘entierro’, recibió una llamada del propio familiar, fue hasta entonces que la familia descubrió el error.
“Mi hija me dijo que acababa de enterrarme”, declaró Rodrigues tras aclarar la confusión y asegurar que, a partir de este momento, quiere aprovechar cada minuto de su vida. “Morir es una mala cosa y yo no quiero hacerlo tan pronto”, afirmó.
Por lo menos todo se trató de un “pequeño” error, y ¡que error!.
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