Ella fue a algunos actos oficiales posteriormente con su marido. Ahora regresó a disfrutar del desfile del carnaval.
Eso sí, ahora vino más preciosa todavia con su embarazo de un varòn de cinco meses. Los tacos altos le quedan bien y la hacen ver muy elegante, pero como que no van con una mujer embarazada. Al menos, eso dijo una mujer que estaba a mi lado y la observó.
Y allí estaba ella. Convertida en el centro de atenciòn de muchos. Hasta de los fotógrafos que la acribillaron con sus cámaras. Ella, graciosa y gentil, sonreía y posaba. Juancito, a su lado, de tiempo sonreía. Se gozaba el momento.
[Elso Martínez pasa un vaso con agua a Berlinesa.] Yo quise cruzar para entrevistarla y hacerle algunas preguntas sobre el embarazo, si la criatura se mueve, cómo le llamarán, y otras cosas similares.
Pero los guardias son guardias y tenìan ordenes de Juancito, dijeron ellos, de no permitir que nadie se le acercara.
Yo no quise insistir. Ya llegará el momento. Ya llegará. Yo se esperar. Tengo paciencia.
El año pasado nadie la conocìa y despuès que publicamos sus primeras fotos ya todos saben que "esa es la mujer de Juancito. Què bonita es", dicen. Y a los demás fotógrafos les da con fotografiarla. Ella lo disfruta y se ruboriza cuando los flashes se abaten sobre ella uno tras otros.
Este dìa, sin embargo, los organizadores del desfile del carnaval fueron despiadados no solo con Berlinesa, sino tambièn con el sìndico Juan de los Santos, con la Vice Síndica Matilde, con la Senadora Cristina Lizardo, con Victor Díaz Rúa, con los hijos de Luisito Martí, con los reyes del carnaval, con el Presidente del Ayuntamiento, César Fortuna y hasta con el Secretario del ASDE, Juan López.
Esto sin contar con que tambièn fueron despiadados con los Josè Canbrera, Elso Martínez, Radhamés Fortuna y Sofìa Azcona, entre otros.
A todos los pusieron a "freirse" bajo el Sol ardiente. Eso daba pena. Muy fuerte y elevada la tarima, pero no cubrìa a nadie de los rayos ardientes del sol y, si hubiera llovido, tampoco habrìa protegido a nadie.
Daba pena ver a la senadora y a los demás sufrir bajo el sol.
Pero la situación era peor con Berlinesa. Esta muchacha, no merecìa tal tortura. Ninguno de los demás tampoco lo merecìa.
Pero les menciono el caso porque me llamóla atenciòn ver que Berlinesa respiraba no por la nariz, sino por la boca. Estaba claramente sofocada y ni Juancito parecìa darse cuenta de lo que ocurría a su lado.
Por eso, dejé de ser reportero por un momento y me acerqué a la dinámica Mildred Rosario para explicarle lo que ocurría.
-"Mildred, trata de que le lleven un poco de agua a Berlinesa. Mírala como está", le dije.
Mildred resolvió de inmediato. Había que ver con la avidéz que se tomó el agua la muchacha. Ella tuvo suerte. Los demás tuvieron que pasarse buena parte del tiempo sonriendo y diciendo adios si probar nada de líquido y estando bajo el sol.
La llegada d ela noche fue una bendición y un alivio para todos los que estaban en primera fila. Incluso para los que estaban en la segunda fila, como Alfredo Martínez, ese lìder de San Luís que se está castigando él mismo asistiendo a actos de ese tipo, a pesar de estar enfermo.
Y, como quien no quiere la cosa, en esa misma tarima, pero donde no hacìa sol, estaba Francis Gas, junto su esposa. Una jòven también muy bonita. "Ella es mi esposa", me dijo. Se guardó el nombre en secreto.
Francis Gas ha estado apareciendo de tiempo en tiempo en actividades públicas. Está "haciendo su nombre" polìtico. Chin a chin, como quien no quiere la cosa.
En un comentario que le hice le dije que él es el hombre que quiere derrotar a Alfredo Pichardo. Rió de buena gana y lo negó.
-"Alfredo y yo somo amigos", dijo.
Nadie habìa dicho lo contrario. Pero en San Luis mucha gente cree que Francis Gas va en camino de destronar al poderoso Alfredo Martínez.
En la misma tarima estaban otros lìderes locales, como Raúl Mañón, el Delegado de la Junta Municipal de San Luis, quien no descartò que en su comunidad pueda ser celebrado un carnaval local.
También los concejales Oscar Amadí, Ana Tejeda, Fanny Santana junto a su inseparable esposo chileno (Dicen que màs fuerza tiene un pelo de una mujer, que una yunta de buey); Edita Sandoval, Felipe Castro, Tácito Perdomo, Domingo Plácido, Rocío Hidalgo, Tita Guerrero; SarahRamírez, Elías Sosa, Daneris Santana y Luis Flores, entre otros.
Poco antes de iniciar el desfile de carnaval llegó Ana María, la hermana del síndico Juan de los Santos, de quien se comenta insistentemente que podrìa ser colocada en el camino de la polìtica por su hermano para llevarla al Congreso como diputada.
En el lugar estaba el diputado Elvin Fulgencio, quien titubeó y dio algunas vueltas cuando le preguntamos si era cierto que estaba unido a la causa de la reelección de Juancito.
Fulgencio se puso a dar vueltas como aquellas personas que no quieren dejar en claro su parecer o como si ocultara algo. Me extrañó que eso ocurriera porque hace poco alguien de la segunda planta del edificio del Ayuntamiento, en su sede central, nos dijo que ya Pilo estaba con Juancito, y otra persona comentò que también se llevaron a Luis Flores, quien hace lo que diga Pilo.
Eso sí, Pilo y Amadí estaban sentados distantes. Las malas lenguas dicen que "no se comen un plato junto".
Pilo también negò la versión ampliamente esparcida en el municipio de que él le habrìa dado un puñetazo una vez a Luis Henrìquez en la recepción del ASDE.
"Eso nunca ocurrió", dijo Pilo.
Este diputado no le tiene mucha confianza a Ciudadoriental.com desde que publicaramos una foto suya junto a unos perredeìstas en la campaña pasada. Son cosas del oficio.
El diputado Josè Cabrera, quien rara vez se presenta a los actos enbacezados por el alcalde, esta vez si acudió. Fue discreto y en bajo perfil. Saludó aquí y allá, pero no hizo ruido. Como siempre.
Elso Martínez, el hombre que ha colocado unas vallas en las que aparece en una foto con un parche en la boca, estaba esperando que pasaran las dos comparsas que ayudò a preparar y que pasarían con enormes letreros que hacìan referencia de su generosidad.
Lo mismo ocurrià con Sofía Azcona que estaba ansiosa esperando a que pasaran los "Monos de Hainamosa", su comparsa.
Sentado, en la primera fila, estaba el Ordenador Nacional para los Fondos Europeos de Desarrollo, Domingo Jimènez, el hombre que no ha dicho que será candidato a síndico, pero del que todos creen que irá a disputarle el cargo a Juancito.
Por cierto, como la Vice sìndica Matilde se negò a bailar con Domingo Jiménez, Azcona dio un paso al frente y vaya que se mueve la diputada.
Atrás, como quien no quiere la cosa, estaba el general Hector garcìa, Jefe de la Policía en la Provincia Santo Domingo. Junto a èl, Alexandra, la enllave de Domingo Jimènez en la Ofa.
Debajo, dando órdenes y cuidando de cada detalle, estaban Luis Henríquez, Mildred Rosario y un montòn de colaboradores que querían que todo saliera a pedir de boca.
Las comparsas desfilaron una tras otra en un derroche de alegrìa y creatividad.
Roberto, El Torero, se la lució con sus galleros. Los Alibabá de los Farallones son unos "tigres".
Nadie puede negarles que se prepararon para la competencia, pero llevaron su coro particular. Colocaron los muchachos con los tambores frente al jurado y se hicieron acomñar d euna multitud que le celebraba ruidosamente todo lo que hacìan. Era clarìsimo que prepararon el escenario para influir en el jurado.
Una de las comparsas que màs impactò a los miles de personas que fueron a disfrutar del espectàculo fue aquella que hacìa alusiòn a lasraices africanas con un grupo de muchachas "vestidas" como africanas vestidas con unos pantaloncitos y los senos al aire solo cubiertos los pezones.Era un destape colectivo.
Un detalle interesante es el que muestra a varios carnavaleros involucrabdo a sus hijos. Como Roberto El Torero, que ya vistiò de policìa a su hijo; y La Muerte, que vistió de Muertito y Muerta a su hijo y a su esposa. Van sembrando la semilla para que siga la tradición.
Fue un bello espectàculo. Mejor organizado que el pasado año, pero el lugar sigue siendo endiabladamente incómodo para los vecinos de otros barrios que no sean Los Farallones, ni de ese entorno.
Al final, la gente gozó viendo al sìndico y a la senadora bailar.
Ahora bien, fue muy desagradable para algunos ver como aquella fiesta popular fue convertida abruptamente en un acto reeleccionista al reclamar un animador por los altoparlante que Juancito siga "cuatro años más".
Eso no gustò a los regidores de la oposición que estaban allí. Un poco de tacto no vendrìa mal. Era una fiesta popular organizada por el ASDE, no un acto reeleccionista de Juancito.
Aparte de los "naturales" actos de raterìa por delincuentes que aprovechan el aglomeramiento de multitudes, el espectáculo fue bueno y el final, mucho mejor.
Esta vez, la empresa EDE Este cumplió su palabra y mantuvo iluminada la vía lo que ayudò a suprimir temores de asaltos.
Marcos Cadet y los suyos se anotaron un tanto. El próximo año tendremos una nueva fiesta de carnaval y Berlinesa, es probable que vaya al desfile con el bebé. Ojalá que no los frìan a los dos bajo los rayos ardienets del sol, como hicieron con ella este domingo.
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