Con camisetas, emblemas y globos con el color rosado que identifica a esta cruzada como común denominador, miles de mujeres de todas las edades, niños y hombres recorrieron dos kilómetros desde el Paseo Colón, la principal avenida de la capital, hasta el Parque Metropolitano La Sabana.
La séptima edición de esta caminada, organizada por la Fundación Ana Ross, fue encabezada por la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, quien caminó ataviada de rosado y acompañada por funcionarios de su Gobierno, entre ellos la ministra de Salud, María Luisa Ávila.
"Es importante que las mujeres tomemos conciencia sobre nuestra salud porque la mujer muchas veces está más preocupada por la salud de sus hijos, de su esposo y de su familia y descuida la propia", afirmó Chinchilla a los periodistas.
La mandataria agregó que "con muy poco se puede prevenir el cáncer de mama y todo empieza por tomar conciencia nosotras mismas, saber practicarnos los exámenes y así nos podríamos economizar mucho
sufrimiento".
Karen Acevedo, una joven universitaria, explicó que este tipo de marchas suponen una "bonita actividad" para que las mujeres se den cuenta de la importancia de practicarse exámenes y detectar de forma temprana el cáncer de mama.
"Todas debemos ser responsables y preocuparnos por nuestra salud. Hacerse el autoexamen es fácil y puede salvarnos la vida", afirmó la joven.
Según datos de la Caja Costarricense del Seguro Social, el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuentemente diagnosticado en las mujeres del país después del cáncer de piel no melanoma, y para este año se calcula que se diagnosticarán cerca de 1.100 nuevos casos.
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