La pintora Gina Rodríguez fue hasta ayer directora del Gran Teatro del Cibao (GTC). Fue destituida desde el Palacio Nacional a través del Ministerio de Cultura que la nombró hace tres años. La artista fue durante varias semanas protagonista de un conflicto donde se evidenció un supuesto fraude en la comercialización de boletas, maltratos y humillaciones en perjuicio del personal que labora en la citada institución cultural.
Una fuente de entero crédito aseguró a LISTÍN DIARIO que dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana se reunieron con el presidente Leonel Fernández, donde se le trató la situación del Teatro Cibao que mantuvo a buena parte de sus empleados y empleadas apostados en la entrada y con negación uniformada de entrar al recinto.
También hubo cancelaciones y amenazas de sanciones drásticas de parte de la dirección.
Lincoln López, profesor de teatro y otrora director del Gran Teatro de Cibao en los primeros cuatro años de gobierno de Leonel Fernández, se anuncia como ocupante del espacio que Rodríguez deja cesante. Una ejecutiva de la institución, que pidió mantenerse anónima, informó que Gina Rodríguez, junto a dos de sus asistentes, recogieron las pertenencias de la oficina que hasta ayer ocupaba. La denuncia de un productor de que a lo interno del GTC operaba un “mercado negro” de boletas, destapó la serie de vejámenes que sufrían empleados y empleadas de la institución.
Para defenderse, Gina Rodríguez los acusó de vender las boletas de cortesía, lo cual fue rechazado por la administradora del GTC, Nancy Azcona, quien defendió la honra de un personal que a su juicio “laboraba sin límite de tiempo y ha sido humillado en su propia dignidad”.
Fraude El empresario Teodoro Hidalgo, de Producciones SONAR, enfatizó la denuncia de falta de transparencia en los procesos del GTC al mostrar las boletas impre- sas por ellos y las que la dirección “con cartulina del mismo teatro hacía y vendía retardando la salida de las nuestras”.
En Santiago, Hidalgo informó que la Policía apresó gente del “mercado negro” que operaba a su libre albedrío y abordaba al público hasta en las escalinatas de la institución durante la presentación de Alberto Cortez el mes pasado. Por estas circunstancias, Producciones Sonar dejó de recibir un millón 500 mil pesos de las últimas presentaciones de Cortez y Michel Camilo en el recinto cultural.
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