El aguacate aporta vitaminas A, B y E y es casi tan rica en ácidos grasos monoinsaturados como el aceite de oliva (más del 70%), por ello resulta eficaz para mantener el colesterol a raya y prevenir enfermedades coronarias. Destaca además su contenido en minerales como el potasio y el magnesio y resulta pobre en sodio. En definitiva, el aguacate es un regalo de la naturaleza que vale la pena disfrutar, especialmente por su contenido en grasas muy sanas.
Su textura cremosa y su sabor suave lo convierten además en un ingrediente imprescindible en la cocina. Se puede comer crudo, vaciando su pulpa con la ayuda de una cucharilla, incluirlo en ensaladas o bien convertirlo en delicioso guacamole, una sabrosa preparación mexicana que cada día cautiva a más personas.
Si sólo se consume la mitad se puede guardar el resto en la nevera, siempre que se mantenga el hueso, se rocíe con unas gotas de limón (para que no se ennegrezca) y se cubra con papel film o en un recipiente hermético. A la hora de comprarlo es importante que la piel no presente manchas oscuras y consumirlo cuando esté en el punto óptimo de maduración.
0 comentarios:
Publicar un comentario