Los jueces del Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional repartieron anoche 323 años de prisión a 16 de los 22 acusados en la matanza de siete colombianos ocurrida el 4 de agosto del 2008, en Ojo de Agua, Baní.
Asimismo, los jueces, Alina Mora de Mármol, quien presidió el tribunal, Ramona Natividad de los Santos y Rafael Pacheco, descargaron a seis de los imputados por insuficiencia de pruebas.
Fueron declarados no culpables a Redys Manuel Encarnación Quezada, Noé Martín Sterlin Villalón, José Vinicio Sime Cisneros, Joaquín Pérez Feliz, Domingo Onésimo Marmolejos Santana y Gilson Antonio González Mariñez, a favor de quienes se declaró absolución por insuficiencia de pruebas y se ordenó el cese de la medida de coerción.
“Ahora con mi libertad me integraré a mi familia que tanta falta me hacía y a la sociedad para ser un hombre de bien”
Redys Manuel Encarnación Quezada, acusado del caso Paya.
Los magistrados sentenciaron a 30 años de prisión a Luis de Jesús Lara Martínez, José Luis Montás (El Duro Motors), a los ex coroneles de la Marina de Guerra, Ricardo Guzmán Pérez y Miguel Peña Figuereo, al ex mayor Edward Mayobanex Rodríguez Montero, Antonio Manuel Roche Pineda, y Jorge Luis Chalas, quienes deberán cumplir su condena en las cárceles de Najayo, el 15 de Azua, Monte Plata, La Victoria y de San Francisco de Macorís.
El grupo fue encontrado culpable de la muerte de los colombianos Darío José Atencio Vargas (El jefe y/o El Don y/o Cañarete), Eduardo de León (Negro Bollo y/o El Gordo), Jesús David Del Río Han (Blanquito) y Oscar Darío Naranjo Mejía (Fierrito), para darle un “tumbe” de 1,300 kilos de cocaína y una alta suma de dinero en dólares.
Veinte años
Asimismo, los jueces condenaron a 20 años de prisión a Andrés Tapia Balbuena, Yaneuri Manuel Calvo Tejada, Dennis Jairo Rodríguez Pérez y el nicaragu¨ense Orín Clinton Gómez, único sobreviviente de la matanza de Paya.
De su lado, fueron sentenciados a 10 años de prisión Scarly Aristy Rosa, esposa del ex coronel Guzmán Pérez, y Jesús Sánchez Piña. La señora deberá cumplir la condena en el centro Najayo Mujeres, mientras con respecto a Sánchez Piña la decisión fue remitida al juez de ejecución de la pena para los fines correspondientes, debido a que éste se encuentra en libertad. De su lado, Marcos Fajardo Almonte, fue encontrado culpable y en consecuencia condenado a 5 años de prisión, suspendiéndole condicionalmente dos años y nueve meses de la pena.
En tanto que Augusto Alberto Daneri Andújar, hallado culpable de lavado de activos, fue condenado a 3 años de prisión, suspendiéndole condicionalmente un año y tres meses de prisión; mientras que Andrés Berroa Mercedes, fue sentenciado a 5 años de prisión, y deberá cumplir la condena en la cárcel de Najayo.
El ministerio público estuvo integrado por el fiscal adjunto Francisco Polanco, el fiscal del Distrito Judicial de Peravia, Robert Lugo Betancourt, Dulce Luciano, María del Carmen de León, Constantino Beltré Sánchez, José María Luciano, entre otros.
Bienes
La sentencia ordena la devolución de los bienes tanto de Lara Martínez como de “El Duro Motors”, por considerar que fueron obtenidos antes del hecho imputado, y por tanto no eran parte de las operaciones de lavado de dinero, mientras que ordenó el decomiso de parte de los bienes de los condenados.
Los imputados condenados calificaron la decisión de monstruosa y adelantaron que la recurrirán en apelación por no estar conformes con el fallo.
El plazo para apelar el fallo de los jueces es 20 días laborables, debido a que el caso fue declarado complejo. El conocimiento del caso Paya duró dos años y tres meses.
Durante el juicio hubo 32 audiencias y más de 18 reenvíos por diversos motivos.
GRITOS DE DOLOR Y DE ALEGRÍA
Mientras los secretarios del tribunal daban lectura a la sentencia condenatoria y absolutoria, se observaron dentro de la sala de audiencia llantos de dolor y de alegría de parte de los familiares de los imputados, quienes no podían ocultar sus emociones.
Una de las escenas desgarrantes fue la de una joven cuyos padres fueron sentenciados a treinta y 10 años. Sus padres son Guzmán Pérez y Scarlett Aristy. De su lado, la madre y los hermanos de Mayobanex Montero se fueron en llanto, en la parte exterior del tribunal, abrazándolo y consolándolo, diciéndole que tuviera confianza, que el caso sigue y que, en apelación, podría ser revocada la decisión.
“Hermano tenga fe, usted es inocente de los hechos que se le imputan, se hizo una injusticia, pero se hará justicia”, proclamó una de las hermanas de Montero, quien acudió a cada una de las audiencias a dar apoyo a su pariente.
En tanto que fuera del tribunal el pánico se apoderó de los familiares y amigos, ya que querían saber los resultados, pero la seguridad sólo tenía un listado de personas que tenían acceso al tribunal.
El dispositivo de seguridad fue aumentado mientras pasaban las horas, como medida de contención a cualquier eventualidad que pudiese ocurrir.
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