A un sargento de la Policía, que acudió como testigo de una audiencia, se le escapó un tiro a la salida del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, provocando alarma entre los visitantes.
Al momento en que Kelvin Javier se disponía a recibir el arma de fuego que dejó guardada, se le escapó el disparo, pero, afortunadamente, nadie resultó herido debido a que la bala fue en dirección al piso.
De inmediato, agentes de protección judicial llevaron detenido a Javier a la Oficina de Seguridad Judicial, donde luego de ser cuestionado fue dejado en libertad.
Varias personas que se encontraban en audiencia cuando se escuchó el disparo salieron a los pasillos, al igual que policías, periodistas, jueces, fiscales y empleados, quienes pensaron que habían matado a alguien.
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