Reestructuración de las telecomunicaciones. Los acuerdos de esta semana de dos empresas de telecomunicaciones serán seguidos de otros, en la medida en que la industria se racionaliza.
La compra de Verizon es la segunda más grande de la historia en la industria, superada solo por la adquisición por Vodafone en el 2000 de la alemana Mannesmann. Nokia, que fuera el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo, está renunciando - por menos de lo que Microsoft pagó en el año 2011 por Skype, una empresa de teléfono a través del internet. Entre los 32,000 empleados que serán transferidos se encuentra Stephen Elop, el presidente de Nokia hasta esta semana y un alto exfuncionario de Microsoft. Después de haber apostado al futuro de Nokia en el sistema operativo Windows de Microsoft hace dos años, se dice que Elop podría ser el sucesor de Steve Ballmer, quien debe dejar la posición de jefe de Microsoft en un año. El gigante de software está apostando a que todavía puede lograr lo que no ha logrado: tener éxito en la computación móvil y convertirse en la empresa de "dispositivos y servicios" que Ballmer prometió en julio en un nuevo plan corporativo.
Conjuntamente estas transacciones aclaran el panorama de la industria de las telecomunicaciones móviles en tres niveles. Los principales fabricantes de equipos de redes móviles, exceptuando a los chinos, ahora han renunciado a fabricar teléfonos móviles. Los fabricantes de teléfonos móviles han convivido en tres "ecosistemas": el Android de Google, el iOS de Apple y, en un distante tercer lugar, el Windows de Microsoft. Y los operadores de las redes móviles se están preparando para una nueva ola de consolidación.
Primero, el negocio de la fabricación de equipos. Después de comprar en julio las acciones de Siemens de Alemania de su empresa conjunta, Nokia ahora no hace mucho más (aunque está manteniendo su división de mapas y muchas patentes). Con la partida de Nokia, ningún gran fabricante de equipos occidental continuará fabricando teléfonos móviles. Ericsson de Suecia dejó de hacerlo en el 2011, vendiendo a su socio, Sony de Japón. Alcatel de Francia le vendió su marca a una empresa china. El negocio de los equipos es a más largo plazo, dice Rajeev Suri, el jefe del brazo de redes de Nokia. "Es menos propenso a la volatilidad que hemos visto en el lado de los dispositivos". Mejor aún, agrega Suri, su firma se especializa en redes 4G, la última ola, donde tiene cerca de una quinta parte del mercado.
De los fabricantes de equipos líderes, solo dos compañías chinas, Huawei y ZTE, están ahora fabricando redes y teléfonos. Ellos continuarán haciéndolo. Chen Lifang, un miembro de la junta de directores de Huawei, dijo esta semana que a pesar de que "el mayor esfuerzo" se hará en los equipos, que proveen el grueso de los ingresos y beneficios de la empresa, "los dispositivos son muy importantes".
No obstante, el negocio de fabricación de teléfonos móviles está ahora más claro que Microsoft se ha tragado a Nokia, que ya fabrica más del 80% de los teléfonos de Windows. En teléfonos inteligentes, Windows está muy por detrás de Android, utilizado por muchos fabricantes, y el iOS, que solo es empleado en los costosos dispositivos de Apple (a pesar de que se espera develará un iPhone más barato en septiembre). Aparte de su consola de juego Xbox, el record de Microsoft con los dispositivos es pobre. No está claro si sus propios teléfonos, todavía con la marca Nokia, estrecharán la brecha.
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