viernes, 18 de marzo de 2011

Los remedios caseros más eficaces para los males más comunes.

Contra la tos()
Acudir al médico es la primera opción para cuidar nuestra salud, pero también tenemos alternativas naturales que pueden ayudarnos a paliar pequeñas molestias. Los remedios caseros de toda la vida pueden ayudarte a calmar una insoportable tos o a frenar la caída del pelo con productos que todos tenemos en casa. ¡Pruébalos!

Contra la tos: Pon a hervir una manzana, 15 higos secos, 250 gramos de miel y un litro de agua durante diez minutos. Déjalo enfriar, cuela el líquido y ya tienes un jarabe natural y casero. Te ayudará a ablandar las mucosidades y a suavizar la tos. Debes tomar dos cucharadas cuatro veces al día, previamente mezcladas con agua caliente.

Caída del pelo: La albahaca es considerada una de las mejores aliadas contra la caída del cabello. Prepara una loción poniendo a hervir 150 gramos de albahaca con una taza de agua (aproximadamente 250 ml). Deja que hiervan durante cinco minutos y, posteriormente, apaga el fuego y deja reposar durante media hora más. Luego no tendrás más que colar y guardar en un rociador o spray. Aplica este remedio casero para la alopecia habitualmente, masajeando un poco.

Dolor de cabeza: Para el dolor de cabeza, utiliza las patatas que todos tenemos en casa. Por la noche, pélalas, córtalas, ponlas en un paño con sal gorda y aplícatelo en la frente. Durante el día, a oscuras, pon unas rodajas con la piel en las sienes sin la sal. El almidón de la patata tiene efectos antiinflamatorios, y la sal gorda reduce la presión en los vasos sanguíneos.

Contra el colesterol: La canela es una especie que tiene extensas propiedades para luchar contra el colesterol: impide que los hidratos de carbono se conviertan en ácidos grasos, reduce la formación de triglicéridos y, además, favorece la circulación sanguínea. Calienta una taza de agua sin permitir que llegue al punto de ebullición. Luego, añade una cucharada de miel y una de canela. Mezcla todo bien hasta que se integren y bebe una taza en ayunas y otra antes de acostarte.

Para las quemaduras: Tan simple como aplicar miel en la zona quemada y notarás alivio enseguida. Además, recientes estudios han demostrado que la miel cura las quemaduras en menos de cuatro días por sus propiedades antimicrobianas y antisépticas.

Mal aliento: Es un problema muy común, nada grave, pero sí muy incómodo. El bicarbonato de sodio aumenta el nivel de ácido en la boca, matando así las bacterias que causan el mal aliento. Agrega una cucharadita de bicarbonato en medio vaso de agua caliente y enjuágate la boca con la mezcla.

Ardor de estómago: Mastica bien un puñado de avellanas crudas hasta que se haya convertido en una papilla y entonces trágala. Las avellanas tienen un alto contenido en fibras que ayudan al tránsito intestinal y asientan el estómago. También puedes mascar un chicle durante 30 minutos. De esta forma, se estimula la producción de saliva, rica en enzimas digestivas, lo que hace que disminuya e incluso desaparezca el reflujo.

Contra la caspa: Hay muchos remedios contra la caspa, pero el mejor producto que puedes usar es el vinagre de sidra. Sus propiedades desinfectantes y fungicidas combaten muy bien el hongo que genera este problema capilar. Lo más indicado es mezclarlo con un poco de sal y limón en algún recipiente que permita luego rociarlo en forma de spray. Para ello, humedece el cabello con el preparado y déjalo permanecer por algunas horas, luego lávate el pelo y enjuagálo normalmente.

Golpes y moratones: Lo primero de todo es aplicar hielo en la zona golpeada para que no suba la inflamación. Luego, pica perejil y mézclalo con mantequilla, y unta la pasta por la zona dolorida. Este 'aceite de perejil' tiene un efecto vasoconstrictor que impulsa la circulación de la sangre y evita que se quede estancada en un solo lugar, de forma que se evita la formación del poco estético moratón.

Aliviar los eczemas: Para aliviar la picazón del eczema aplícate un algodón empapado en leche. Pero para aliviar y tratar un eczema purulento, recurre a la leche condensada. Empapa una toallita con leche condensada y póntela sobre la parte afectada. Déjela actuar durante 10 minutos y enjuaga con agua fría.

Afonía: Un remedio muy bueno para no quedarte sin voz es comer piña o beber su zumo, porque sus ingredientes revitalizan los tejidos de las cuerdas vocales. También puedes mezclar cebolla roja, limón y agua, dejar macerar la mezcla durante la noche y, a la mañana siguiente, tomar muy despacio el líquido que se ha formado. La acción antibiótica y antiinflamatoria es casi instantánea.

Hipertensión: Entre los remedios caseros más populares para bajar la tensión arterial alta destacan el apio, el ajo y la cebolla. Incorporarlos a tu alimentación habitual te permitirá tener un mayor control sobre tu hipertensión. Las plantas medicinales con efectos diuréticos, como la cola de caballo, también constituyen una buena alternativa como remedio natural para controlar los niveles de presión arterial. Sin embargo, cabe señalar que si bien estos tratamientos alternativos contra la hipertensión pueden ser de utilidad, si estás medicado pueden potenciar de manera peligrosa el efecto de los fármacos. Por eso antes de consumirlos conviene que consultes con tu médico.

Insomnio: Si lo de contar ovejitas no te funciona ya, prueba con una infusión de cáscara de naranja, es ideal, porque ayuda a disminuir los niveles de ansiedad y nerviosismo. Lo mejor es tomarla un poco antes de ir a la cama. Otra opción es la cebolla. Simplemente corta la cebolla en varias tajadas y ponlas debajo de la almohada o junto a la mesita de noche.

Torceduras: Puedes sumergir la zona dolorida en vinagre de sidra caliente, o hacer una masa añadiéndole harina. Y es que el vinagre tiene muchas virtudes terapéuticas, y varios de los minerales que lo componen, como el boro, magnesio, fósforo o sodio entre otros, ayudan a disminuir la inflamación localizada y por lo tanto el dolor. Coloca un apósito con la mezcla en la zona a tratar y no lo muevas durante una hora.

Dolor de muelas: Ponte una bolsita de té húmeda en la cavidad para que deje de sangrar o en la encía sobre la muela que le duele. Este truco funciona debido a que el ácido tánico del té adormece y actúa como una anestesia natural, y también ayuda a la sangre a coagular.

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