La OTAN acordó ayer jueves asumir el control de la zona de exclusión aérea en el cielo libio, para impedir volar a los aviones de Muamar Gadafi y proteger a la población civil, pero no atacará por ahora objetivos en tierra, algo que seguirá en manos de la coalición internacional.
“Hemos decidido implementar la zona de prohibición de sobrevuelo en Libia”, anunció el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, tras una reunión de embajadores de los 28 países miembros de la organización en el cuartel general de Bruselas.
“Actuamos en el marco de un gran esfuerzo internacional con el fin de proteger a los civiles del régimen de Gadafi”, precisó Rasmussen.
Una coalición dirigida por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia trata desde hace seis días de implementar la zona de exclusión aérea, decidida por el Consejo de Seguridad de la ONU, para evitar que los aviones de Gadafi ataquen a sus opositores y a la población civil.
Rasmussen precisó que el mandato de la OTAN acaba por ahora ahí: “Desde luego, podemos actuar en defensa propia, pero lo que vamos a hacer es implementar la zona de bloqueo aéreo”, afirmó, descartando acciones ofensivas.
Por lo tanto, la coalición seguirá siendo responsable de los ataques sobre objetivos terrestres, como tanques y otro equipamiento militar, susceptible de representar una amenaza para los civiles. El secretario general afirmó empero que los aliados todavía “examinan si la OTAN debe asumir una responsabilidad mayor”, una decisión que podría tomar en los “próximos días”.
“En unos días” En cambio, un alto funcionario estadounidense sostuvo en Washington que la OTAN tomará el mando en unos días de todas las operaciones AFP militares en Libia, y no sólo de la zona de exclusión aérea, a raíz de un “acuerdo político” entre los 28 miembros de la organización.
Los miembros de la Alianza debaten desde hace varios días cuál debe ser el papel de la organización occidental en la intervención internacional decidida por la ONU para forzar la salida de Gadafi. Gran Bretaña e Italia, entre otros países, militan abiertamente porque la OTAN tome el relevo de la coalición y asuma el mando de las operaciones, mientras que Estados Unidos “hizo saber que desea que la OTAN tome el relevo” plenamente, según fuentes diplomáticas.
Pero Turquía, único país miembro de mayoría musulmana de la organización, se opone a que lleve a cabo acciones ofensivas.
La Unión Europea (UE) acordó ayer trabajar para bloquear todos los ingresos que el régimen libio pueda obtener de la venta de petróleo y gas y llamó a la comunidad internacional a seguir esa línea, al tiempo que respaldo las acciones militares que se llevan a cabo en el país. Los líderes de los Veintisiete, reunidos en Bruselas, señalaron que la UE “está preparada para iniciar y adoptar más sanciones”, que incluirán medidas para asegurar que Trípoli no obtenga financiación de la venta de sus productos energéticos. Además, anunciaron su intención de proponer acciones similares en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para que el bloqueo se extienda a toda la comunidad internacional.
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