El maestro de la pintura dominicana, Cándido Bidó, falleció hace unas horas en el Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT) luego de parecer un síndrome coronario severo, que según el doctor Pedro Uriña se trataba de un paciente diabético hipertenso.
Bidó deja un legado en las artes plásticas dominicanas y era uno de los pintores fundamentales del siglo 20 de República Dominicana y el área del Caribe.
Fue definido por su hijo José Luis Bidó, como un artista y un ser humano sensible que se entregó a su arte, a su comunidad y a su país.
Una de sus obras principales es el centro de arte que fundó en su ciudad natal de Bonao, considerado patrimonio cultural del país, seguirá funcionando colaborando con la enseñanza y formación del arte y la cultura.
Hasta el momento se pretende exponer sus restos en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln desde mañana y se tiene pensado enterrarlo el miércoles.
Bidó fue ingresado ayer a la unidad de cuidados intensivos de CEDIMAT y su familia dice que antes de morir expresó su deseo de que se mantuviera en pie su obra y lo que había hecho en la ciudad de Bonao.
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