miércoles, 1 de junio de 2011
Luz García celebra: Anthony Santos no la deja plantada
La rubia (cada vez más delgada) estaba que se comía las uñas. Y es que, aunque lo de la entrevista con Anthony Santos era algo establecido, todos sabemos que con el bachatero nunca se sabe y que un plantón de él no es nada raro.
Por tanto, Luz respiró cuando Santos se apareció y le regaló unos estrictos 16 minutos.
El tiempo dio para varios temas. El bachatero alegó que no huye de la prensa, pero admitió que no le gusta “estar en el medio”. Sobre los miedos, no le teme a los grandes eventos o convocar multitudes en estadios, pero “sí, un chin, a los aviones”. También sostuvo que uno de sus ídolos es el mexicano Marco Antonio Solís.
EN JETE SET
“Nadie puede conmigo”, figura entre las primeras frases que pronuncia al llegar a una fiesta, como lo hizo la madrugada de ayer en la discoteca Jet Set, donde se presentó a casa llena.
“Nadie ha podido conmigo en estos veinte años de música”, proclama. Y sus verdades las va repitiendo entre bachata y bachata: “¿Quién toca así como yo?... ¡nadie! Todavía no hay paso pa’nadie; en veinte años nadie ha podido pasar!”.
En dos décadas realmente es un fenómeno de popularidad y, además de pegar cuanta bachata lanza a la radio, el tiempo lo va convirtiendo en mito viviente.
Un misterio lo envuelve. Sus seguidores lucen entusiasmados como si de un culto se tratara. “Estamos esperando al hombre”, se oye entre tantas voces. El viaje desde la Línea Noroeste -donde vive- hasta la capital, le lleva varias horas con una parada (para comerse unos friticos).
Ya en el escenario, se le ve con un saco de funcionario, una camisa de bachatero y su inseparable guitarra, la misma a la que le saca esos tonos que ningún otro colega puede.
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