Las nuevas explosiones -presuntamente parte de un ejercicio militar de Pyongyang en su propio territorio- se escucharon en el Mar Amarillo y despertaron la alarma en la disputada zona limítrofe entre ambos países.
A dos días de que comiencen maniobras navales conjuntas entre Corea del Sur y Estados Unidos, Corea del Norte culpó a Seúl y a Washington de que la zona esté "al borde de la guerra", en un comunicado difundido por la agencia oficial KCNA.
Los ejercicios militares "de los imperialistas estadounidenses y de su belicosa marioneta surcoreana" están dirigidos contra Corea del Norte, afirma Pyongyang.
"La situación en la península coreana está al borde de la guerra debido al proyecto imprudente de esos delirantes del gatillo", agrega.
Entre tanto, el gobierno de Corea del Sur designó a Kim Kwan-jin, un ex jefe militar, como nuevo ministro de Defensa.
Su antecesor, Kim Tae-young, renunció el jueves ante la ola de críticas por su reacción "lenta y tibia" tras el ataque norcoreano del martes contra la isla de Yeonpyeong, que acabó con la vida de dos civiles y dos militares y dejó 18 heridos.
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