El presidente Barack Obama fue herido ayer en el labio al recibir un codazo accidental durante un partido de basquetbol con amigos y familiares que estaban de visita por el Día de Acción de Gracias, y debió recibir 12 puntos de sutura en el labio, informó la Casa Blanca.
La primera información que se dio sobre la lesión fue a través de un comunicado emitido por el secretario de prensa de la Casa Blanca Robert Gibbs.
La Casa Blanca identificó a Reynaldo Decerega como el jugador que le propinó el codazo accidental al presidente Obama. Decerega trabaja para el Instituto de la Asamblea de Legisladores Hispanos.
La Casa Blanca también divulgó un comunicado de Decerega, quien señaló que disfruta jugar al baloncesto con Obama y está seguro que el presidente regresará a jugar nuevamente al basquetbol en poco tiempo.
La unidad médica que atendió al presidente Obama utilizó un hilo de sutura más delgado, que incrementa el número de costuras pero permite un mejor cierre de una herida y eso reduce el tamaño de la cicatriz.
El presidente recibió las puntadas con anestesia local en un consultorio médico en la planta baja de la Casa Blanca a su regreso de Fort McNair, a donde había viajado para permitirse uno de sus pasatiempos favoritos: el basquetbol.
Fue un encuentro de cinco AP contra cinco con amigos y familiares en el que participó Reggie Love, el asistente personal de Obama que jugó en la Universidad Duke.
El mandatario salió del edificio tras 90 minutos de juego vestido con una playera de manga corta y pantalones deportivos. Se le vio dándose toques suaves en la boca con lo que parecía ser un pedazo de gasa.
PRESIDENTE DE EEUU ES UN AMANTE DE DEPORTES
El presidente Obama es aficionado a los deportes, apoya a los equipos de su ciudad adoptiva, Chicago, y con frecuencia practica el golf, además de jugar basquetbol.
El presidente Obama es aficionado a los deportes, apoya a los equipos de su ciudad adoptiva, Chicago, y con frecuencia practica el golf, además de jugar basquetbol.
La caravana de vehículos del presidente se detuvo ante todas las paradas del tránsito, la costumbre en viajes no oficiales, durante su regreso a la Casa Blanca.
En febrero, Obama, de 49 años, fue declarado en estupendo estado de salud y forma para cumplir con su trabajo tras ser sometido a su primer control médico como presidente.
Los médicos informaron entonces que Obama debía abandonar el hábito de fumar, tomar medicamentos anti inflamatorios para aliviarle una tendinitis crónica en su rodilla izquierda y hacer cambios en su alimentación para reducir sus niveles de colesterol.
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