Un nieto del dictador Rafael Trujillo Molina fue expulsado ayer del Congreso Nacional, donde se celebró una vista pública para conocer un proyecto que propone la creación de un museo histórico acerca de la era del tirano (1930-1961).
Para evitar que “corra la sangre”, el presidente de la comisión que dirige las vistas públicas sobre el proyecto de ley que crearía el Museo de Trujillo, le pidió a un nieto del dictador que se encontraba entre los presentes ayer, abandonar el Salón Hugo Tolentino Dipp donde se realiza el foro.
El diputado Manuel Jiménez hizo el pedimento a Ranfis Domínguez Trujillo, quien figuraba como uno de los ponentes en la vista pública de ayer, a solicitud de los presentes.
En declaraciones a la prensa, Jiménez (PLD-Santo Domingo Este), dijo que la presencia de Domínguez Trujillo provocaba inquietud entre los oponentes al régimen de su abuelo y al proyecto de marras, “y para evitar que corra la sangre”, le pidió cortésmente que saliera del salón.
Tras acatar la orden, Domínguez Tujillo, defendió la creación del Museo afirmando que su abuelo tenía muchas obras buenas, y rechazó que le hayan pagado al diputado Leivin Guerrero (PRD-San Cristóbal) para que sometiera el proyecto.
Al inquirírsele sobre el asesinato de las hermanas Mirabal, aseguró que sus asesinos “andan por ahí”.
Dictador silente. Entre los exponentes estuvo el presidente de la Asociación de Movimientos Causa XXI, Isidro Manuel Rodríguez, quien no obstante declarar que durante el régimen de Trujillo le asesinaron cuatro familiares, consideró que el Museo debe hacerse con toda la historia del régimen.
Manuel Rodríguez consideró que el verdadero dictador en el país es el presidente Leonel Fernández, de quien dijo, es un “dictador silente”.
La iniciativa ha causado revuelo.
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