domingo, 14 de noviembre de 2010
Empleos estresantes aumentan peligros cardiacos a las mujeres
Las mujeres con empleos estresantes tienen más posibilidades de sufrir un ataque cardiaco, un derrame cerebral o el taponamiento de arterias que aquellas con trabajos menos estresantes, según un nuevo estudio.
Asimismo, la preocupación de perder el empleo tiene el potencial de incrementar el peligro de sufrir males cardiacos, de acuerdo con el estudio que financió el gobierno estadounidense.
Las conclusiones son particulamente interesantes en medio de la debilidad de la economía estadounidense, por la gran tensión que sufren quienes mantienen sus empleos y quienes carecen de ellos.
El sólo hecho de que se haya efectuado este estudio es señal de cambios en la sociedad conforme a los tiempos actuales. El estudio, que se constituyó en un análisis de largo plazo, examinó la tensión en las mujeres, quienes conforman casi la mitad de la fuerza laboral en Estados Unidos.
Estudios anteriores se centraban en los hombres, los proveedores tradicionales, y en esos documentos se concluía que el aumento de la tensión en el empleo elevaba el peligro de sufrir males cardiacos.
"La realidad es que estas mujeres no tienen el mismo tipo de empleo que los hombres" y a menudo carecen de autoridad o control sobre su trabajo, dijo la doctora Suzanne Steinbaum, directora del programa Mujeres y Enfermedades del Corazón en el Hospital Lenox Hill, en Nueva York. "No se trata sólo de ir a trabajar, sino lo que ocurrirá cuando se llegue ahí", agregó.
Steinbaum no participo en la elaboración del estudio, que encabezó la doctora Michelle Albert, cardióloga del Hospital Brigham and Women, en Boston.
Las conclusiones del estudio fueron difundidas el domingo durante una conferencia de la Asociación para el Corazón de Estados Unidos, efectuada en Chicago.
La investigación para el Estudio Salud de las Mujeres abarcó a 17.415 participantes y se constituyó en un análisis de largo plazo para la prevención de las enfermedades cardiacas y el cáncer. Cuando se inició el estudio, las mujeres estaban saludables, tenían un promedio de 57 años de edad y se desempeñaban en empleos de tiempo completo o parcial.
La mayoría de las consultadas eran profesionales saludables, "desde asistentes de enfermera hasta doctoras en filosofía", dijo Albert.
Todas llenaron un cuestionario tipo encuesta sobre sus empleos y debían describir su tipo de trabajo con aseveraciones como "mi empleo requiere que trabaje muy rápido" y "estoy libre de límites exigidos por otros".
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