lunes, 14 de mayo de 2012

Con el orgullo del deber cumplido


Angel García y Richard Quiñones
Santo Domingo
A las cinco de la mañana todos están de pie. No es la vieja corneta la que resuena por los contornos de la Base de San Isidro indicando que empieza el nuevo día; melodías, voces y luces es lo que anuncia el amanecer. 
En pocos minutos, los soldados y oficiales se asean, se visten y tienden sus camas y literas y van al comedor. Antes de salir, las barracas quedan como si nunca hubieran sido habitadas.
Claro que ahora no son barracas, sino modernísimas instalaciones acondicionadas con calidad para que la tropa obtenga el merecido descanso. 
Los oficiales superiores duermen en habitaciones triples o individuales, según su categoría, y todos junto al resto de su compañeros disfrutan de un moderno salón recreativo con televisión e internet, donde disfrutan la programación de su agrado y se comunican con familias y amistades.
Quince minutos antes de las ocho todos están en sus respectivos puestos, dispuestos a cumplir con las misiones que les serán encomendadas.
Al preguntarles sobre los trabajos que realizan cada amanecer los más jóvenes soldados que pertenecen a ese cuerpo castrense, el coronel José Manuel De los Santos, Director de Operaciones Cívico-Militares de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD) dice: “Lo primero aquí es enseñar a marchar, a formarse; la disciplina es la base de todo soldado, porque es imposible tener disciplina sin entrenamiento”.
Comienza el día 
El rostro más visible de la Fuerza Aérea Dominicana es su pista de despegue y aterrizaje. En sentido inverso a sus majestuosos hangares donde se guardan los poderosos súper tucanos, aviones cazas y naves, se encuentra el edificio de la Aduana por el cual salen o llegan al país, jefes de Estado, personal de misiones especiales y el Presidente de la República con su comitiva: “Este era el aeropuerto privado de Trujillo en sus viajes fuera y dentro del país, pues le garantizaba su máxima seguridad”, añadió el coronel De los Santos. 

La instalación, hoy día es un salón VIP que posee todas las comodidades y atenciones para una institución de su tipo en cualquier aeropuerto de mundo, donde los distinguidos viajeros que visitan y las autoridades gubernamentales entran y salen del país con seguridad y protección.
Fuerzas Especiales 
En otro punto de la Base Aérea se encuentra el comando de Fuerzas Especiales, que algunos conocen con el nombre de “La cueva de los halcones”, debido a ser este el famoso escuadrón militar comandado por el coronel paracaidista Julio César García Jiménez.

Allí se encuentra “La Verduga”, la edificación más alta de Santo Domingo.
Desde ella se observa toda la ciudad y se custodia el espacio aéreo. Sin embargo, esta torre no es para ejercitar el cuerpo. Su subida y bajada constituye uno de los entrenamientos más fuertes que realiza esta unidad de combate.
Según García Jiménez, el comando está dividido en cuatro escuadrones, el últi mo de ellos lo componen 90 hombres que conforman la unidad élite llamada Los Halcones: “Ellos son la fuerza de reacción más rápida que los combatientes guar damos dentro de nosotros mismos”, manifestó García Jiménez.
Un total de 1,352 hombres integran el comando fuerzas especiales, de los cuales 427 son internos y 100 están en la etapa inicial del los entrenamientos.
Sus funciones 
Las principales funciones del comando son; velar por la seguridad de la base y por la seguridad de su zona de responsabilidad que abarca parte de la zona oriental de la ciudad, que incluye varios sectores de la zona oriental como son Los tres brazos, Los Mina, Cansino y Guerra, entre otros. Asimismo, apoyan las labores de la Policía Nacional, protegen el medio ambiente y realizan misiones especiales.

Entre estas misiones están ser escoltas de mandatarios en Haití y en Irak, operaciones de apoyo a la Policía Nacional y de rescate. Su fuerte es operar en helicópteros y aviones.
“Aquí, en la Fuerza Aérea, se entrena fuerte para tener mejores soldados, porque al soldado se le exige más de lo que puede dar y consciente de ello tenemos que entrenar más para poder soportar todo lo que se exige”.
Mientras habla, el coronel García Jiménez recorre en el comando de las fuerzas especiales “Freddy Franco Díaz” integrado por oficiales experimentados junto a jóvenes en formación.
El coronel García Jiménez, quien tiene 21 años en el servicio militar, dice que la milicia es su vida. “En la milicia uno se descubre a sí mismo, me siento muy satisfecho con llegar a donde antes no podía, de dar un poco más de lo que antes daba. Aquí descubrimos de cuánto somos capaces”.
García Jiménez afirma sentirse más que realizado cuando ve a sus alumnos destacarse. “Me siento más que satisfecho, pues en cierta forma hemos contribuido a pulir un pedazo de roca para extraer una gran escultura”, concluyó elcomandante del Fuerza Especiales de la FAD.

0 comentarios:

 

Blogger news

Votame

Blogroll

About