El director de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), Freddy Pérez, informó ayer el restablecimiento del servicio de agua potable a varios sectores del gran Santo Domingo tras varios días de interrupción, luego de corregirse la fuga que afectó una tubería de 67 pulgadas.
El llenado de los tanques de distribución del líquido, que se encuentran ubicados en el kilómetro nueve de la autopista Duarte, se inició a las seis de la mañana de ayer, según expresó Pérez.
“Por las presiones que nosotros medimos en el nueve, ya sabemos que la tubería está funcionando como si no hubiese ocurrido la perforación”, señaló.
En una rueda de prensa, Pérez solicitó al jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, que todo camión perforador que esté haciendo trabajo de este tipo sin un permiso de la CAASD sea detenido.
“Nosotros no cobramos por dar ese permiso, al contrario lo que hacemos es informarle dónde ellos pueden hacer sus perforaciones para que no ocurra lo que sucedió aquí, que se afectó miles de familias en el gran Santo Domingo”, manifestó.
El director de la CAASD dijo que fueron sometidos el viernes a las 12:00 del medio día, ante la Fiscalía de la provincia de Santo Domingo, el dueño de la estación de venta de combustibles, el propietario del camión perforador y el operador.
“Vamos ha llegar hasta las últimas consecuencias, alguien tiene que pagar por esto y no es la CAASD”, sostuvo Pérez.
“La ciudadanía no tiene por qué pasar la situación que ha pasado, porque ha alguien se le ocurra hacer una perforación sin ninguna indicación”, explicó. Dijoque no se ha reunido con las personas que ocasionaron el daño a la tubería y que “no llegará a un acuerdo con nadie”.
AVERÍA PROVOCADA EN RUBERÍA 67 PULGADAS
La avería fue provocada el pasado martes en la línea que transporta el vital líquido desde la presa de Valdesía hasta la ciudad capital, por una perforación que se realizaba en la bomba de expendio de combustibles PVSA, de la prolongación 27 de Febrero. La perforación de la tubería afectó a más del 60% de la población del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
Para solucionar la ruptura, la institución tuvo que construir una pieza de metal de media pulgada, conocida como silleta, añadirla a una junta reductora y un sello de goma para aislar la perforación.
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