viernes, 4 de mayo de 2012

Sin flores ni velatorio fue sepultado el niño Rafael Eduardo Jourdain


Deyanira Polanco
Santo Domingo
Sin velatorio, plegarias ni flores, pero con el clamor de justicia bajo el evidente dolor de sus padres, fueron sepultados ayer de tarde los restos del niño Rafael Eduardo Jourdain, el pequeño de 4 años que fue asfixiado y su cuerpo encontrado a orillas del río Isabela.
Cuando el reloj marcó las 2:33 de la tarde y el ataúd era bajado a la tumba, Jovanny García, el padre del niño, gritó un fuerte ¡No!, y en ese instante se desplomó.
El hombre, de contextura fuerte y alta estatura, que desde tempranas horas de la mañana gestionaba el sepelio de su hijo, no tenía fuerzas para sostenerse de pie.Y su madre, Josefina Jourdain, pedía de justicia. Su frágil figura mostraba el sufrimiento que dijo sentir desde la desaparición de su pequeño, el 14 de abril.
El último adiós del pequeño Rafael Eduardo se dio desde un cementerio a otro. El cuerpecito no fue expuesto en funeraria ni en su casa, ante el estado de descomposición en que fue encontrado, y el proceso de experticias al que fue sometido, según explicó la madre.
Pasadas las 9:00 de la mañana, los padres, junto a su vecina Virginia Ortíz, fueron al Instituto de Patología Forense a retirar el acta de defunción, luego fueron a comprar el ataúd, después a retirar el cadáver a la morgue del Instituto de Ciencias Forenses del Cementerio Cristo Redentor, y finalmente al cementerio de la avenida Máximo Gómez, donde fue sepultado.
Previo al entierro, los padres tuvieron que esperar en el camposanto hasta que llegaran las dos hermanas del niño, de 14 y 10 años, respectivamente, hijas de Miguelina, y otros amigos y vecinos del sector Invivienda, donde viven ambos padres por separado.
Niega relación con acusado
Miguelina Jourdain negó que entre ella y Félix Sandoval, en prisión por ese hecho, existiera una relación sentimental. Dijo que ese es un argumentado de la madre del imputado para defenderlo. Dijo que entre ambos solo había amistad.

“Y mi hijo nunca entró a su casa. Él era que iba a mi casa y la relación era de vecino”. Reconoció que a Sandoval gustaba la pornografía y que había visto foto de mujeres semi desnudas en su celular, pero no con niños. 

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