Despojan madre de útiles escolares
Una señora que había comprado sus útiles escolares en Megacentro, de Santo Domingo Oriental, fue sorprendida cuando salía de esa plaza junto a sus cuatro hijos por un hombre y una mujer que viajaban en una motocicleta.
Los ocupantes de la motocicleta abordaron de manera agresiva a la señora que estaba acompañada de dos mellizos, hembra y varón, y otras dos hijas de doce y quince años. Mientras el conductor de la motocicleta mostraba un revolver en forma amenazante, la mujer asaltante le dijo a la madre que le entregara el mellizo varón. Con las manos ocupadas con dos de las bolsas que contenían parte de los útiles escolares la dama residente en Villa Carmen permaneció estática, con el temor de que los asaltantes pudieran agredirla junto a sus cuatro hijos.
Sin embargo, la reacción de las jovencitas de quince y doce años fue salir corriendo agarrando a cada uno de los mellizos, y mientras ingresaban al parqueo soterrado de Megacentro gritaban que estaban atracando a su mamá.
Los atracadores despojaron a la mujer de las fundas con útiles escolares, pero las chicas de quince y doce años lograron salvar una bolsa cada una con parte de las compras realizadas momentos antes. No solo salvaron al menor que aparentemente trataron de raptar o usar como rehén, sino que también evitaron que estos se llevaran los libros y utilerías que utilizarían en sus faenas escolares. El hecho ocurrió el martes 31 de agosto en la carretera Mella, próximo a una de las escalinatas de Megacentro.
Otro intento fallido en una guagua de la Omsa
Ocurrió en un autobús de la Omsa que cubre la ruta Nuñez de Cáceres, Independencia, Churchill y Los Rios, en el Distrito Nacional. Un joven se sentó al lado de un señor entrado en años que aparentemente lucía dormido o semi dormido en un asiento de la guagua repleta de pasajeros.
Sin tomar en cuenta el sabio dicho popular dominicano de que “el que se va a joder no calcula”, el muchachón metió la mano en el bolsillo del señor, pero este reaccionó rápidamente y lo agarró con la mano en la masa. Y ahí mismo se armó la de Belén y los Pastores. Casi todos los pasajeros le fueron encima al desafortunado ladrón y le dieron hasta con el cubo del agua. La golpiza se detuvo cuando agentes de Amet se percataron del “rebú”, entraron al autobús y rescataron al carterista, que apenas pudo salir por sus propios pies. Según testigos, tenía la cara como un boxeador después de perder una pelea de doce rounds.
Cazador cazado en la Núñez de Cáceres
El protagonista de esta historia es un joven que podría ser un prospecto interesante para un equipo de béisbol con problemas de picheo. Caminaba en horas de la .tarde por la avenida Nuñez de Cáceres y un sujeto se le plantó de frente con un puñal en la mano. Le ordenó que le entregara todo el dinero que llevaba encima y de inmediato salió caminando con cierta prisa, pero intentando no llamar la atención de los demás peatones.
El joven asaltado avistó una piedra que los capitaleños generalmente identifican como un peñón, la tomó en sus manos, apuntó hacia el delincuente y le hizo un lanzamiento directo a la nuca. El tiro fue perfecto y el ladrón goteó a pocos metros del lugar donde había cometido el asalto.
Y que creen ustedes que pasó, tal como se lo contaron al cronista: que la víctima del asalto no solo recuperó el dinero que le había quitado el ladrón, sino que al revisarlo encontró en sus bolsillos unas papeletas extras y se las apropió a título de compensación “por la desagradable experiencia vivida”.
El joven lanzador improvisado prefirió mantenerse en el anonimato, corriendo el riesgo de perder la oportunidad de ser evaluado por algún busca talento del béisbol criollo o de Grandes Ligas.
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