Las dificultades que muchas veces atraviesan los comerciantes detallistas los empujan a reorientar su visión de negocio hasta convertirse en lo que se conoce como el “colmadón”, ese tipo de comercio cuyas ventas se centran en las bebidas alcohólicas y en llenar las necesidades de entretenimiento para adultos de los segmentos de menos poder económico de la sociedad dominicana.
En principio, esta transición se produce gracias al atractivo margen de ganancias que ofrecen las bebidas alcohólicas frente a los alimentos.
Pero, a medida que ha transcurrido el tiempo, esta transformación de colmado a colmadón es una opción que los comerciantes han adoptado para subsistir frente a la expansión de grandes franquicias de supermercados, afirma Fausto Figuereo, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes Detallistas de Provisiones (Fenacodep). Estadísticas del sector comercial arrojan que en el país existen 12, 000 colmadones.
Es por ello que Figuereo asegura que estos negocios están en auge. Explica que esto se debe a que los comerciantes buscan alternativas para permanecer en el mercado, pese a la competencia.
Por más de 20 años los colmadones han sido un espacio especial para muchos habitantes de zonas urbanas, ya que este lugar, además de satisfacer sus necesidades de consumo, es su sitio ideal para compartir con amistades durante los momentos de ocio. De esta forma, muchas personas lo asumen como su rinconcito social.
Sin embargo, la transición conlleva costos en los que hay que incurrir, ya que se debe adecuar el establecimiento en aras de que resulte atractivo para los clientes.
Esto implica gastos de remodelación y decoración, así como la compra de equipos de música, los cuales no pueden faltar en estos comercios, manifiesta Ricardo Rosario, presidente de la Federación de Comerciantes y Empresarios (Fenacerd).
Los que trabajan en esta modalidad de comercio afirman que resulta más factible que el colmado, debido a que las ganancias son mayores.
José Luís Pimentel, dependiente de un colmadón de la capital con experiencia en el área, dice que este es el principal atractivo para iniciar el negocio.
Recomienda que a la hora de abrir un colmadón se identifique un sitio por donde concurra una importante cantidad de personas, por tal razón afirma que el establecimiento en que trabaja cuenta con un éxito marcado.
La oferta de los colmadones puede ser variada, hasta el punto de que no se circunscriben únicamente a las bebidas. Muchos ofrecen diferentes opciones de comida rápida, juegos de azar y otras alternativas de entretenimiento.
LAS OFERTAS DE LOS COLMADONES
SERVICIOS:
La oferta de los colmadones puede ser muy variada, hasta el punto de que no se circunscriben únicamente a las bebidas. Muchos ofrecen diferentes opciones de comida rápida, juegos de azar, variadas alternativas de entretenimiento y un ambiente propicio para compartir con otros, explica Pimentel.
Tal es el caso de El Dogout, un colmadón de la capital que ofrece bocadillos a sus clientes y además una pantalla gigante para que observen los partidos de béisbol.
Ricardo Rosario expresa que en estos momentos cobra auge una nueva modalidad de expendio de bebidas alcohólicas: los llamados “drinks”. Este es un tipo de negocio que se dirige a un público de un estrato social un poco más elevado y se centra exclusivamente en la venta de tragos y bebidas embriagantes.
A pesar de las amenazas, el colmado común tiene ciertas ventajas sobre los supermercados que, según Fausto Figuereo, pueden ser aprovechadas a los fines de hacer frente a la competencia.
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