SANTO DOMINGO. La urbanización La Barquita o Quisqueya Barrio, como se llamaría en el futuro, se tomará más de un asentamiento. Serían bloques de edificios satélites con un total de dos mil apartamentos vinculados por las áreas de recreación, los espacios públicos, el liceo politécnico que se pretende construir, una cooperativa de mujeres artesanas, los grupos culturales y deportivos, y una diversidad de servicios que se implementarían en el sector.
Los asentamientos consistirán en bloques de edificios de cuatro niveles, cuyo primer piso será de uso mixto para comercios, dando prioridad a los habitantes que hoy tienen negocios en La Barquita. Los apartamentos serán de 56 a 64 metros cuadrados, de dos y tres habitaciones respectivamente.
Cada asentamiento tendrá un sistema de plantas de tratamiento que verterán las aguas tratadas al río Ozama.
Contreras, también asesor del Ministerio de Medio Ambiente y coordinador de las Políticas de Residuos Sólidos, sostiene que una vez terminada se habrá concluido "un modelo de rescate de los ríos que servirá para la recuperación de las cuencas hidrográficas de todo el país, en este caso la cuenca del Ozama", dijo.
Dentro de ese modelo, está la inclusión social, la que según informan, se ha iniciado previo a la construcción de la urbanización. Esto incluye la integración de los moradores a grupos de intereses diversos, que crearán una masa crítica capaz de ser productiva, y que se pueda sumar al proceso de construcción de las dos mil viviendas. "A los moradores de La Barquita se les dará prioridad como mano de obra para la construcción del proyecto, con la intención de crear fuentes de empleos, pero además, un vínculo entre los habitantes y su entorno", enfatizó.
Rescate ambiental
Contreras aseguró que no habrá viviendas en El Cachón de la Rubia. "Todo lo contrario, El Cachón como parque, incorporará 256 mil metros cuadrados, porque toda esa zona que hoy está habitable se limpiará y se saneará. La gente va a querer visitar ese parque", dijo Contreras.
Para evitar nuevas invasiones se realiza un catastro, a través del cual se identifica a las familias, casa por casa, y se vincula a los residentes que se encuentran en el entorno. Así los moradores no podrán decir que tenían una casa o negocio de un tamaño que no es cierto o que viven en un área donde se ha establecido una cantidad de moradores, georeferenciados.
Servicio de transporte por el Ozama
Un sistema de transporte a través del río Ozama es tan sólo una de las propuestas de inclusión social que promete el proyecto de urbanización de La Barquita. El uso del río como medio de transporte, explica Domingo Contreras, miembro de la comisión directiva del proyecto y asesor del Ministerio de Medio Ambiente en Coordinación de Políticas de Desechos Sólidos, proyectaría comercialmente toda la zona. Consistiría en siete paradas que conectarían con el sistema del Metro, las cabezas de los puentes que comunican Santo Domingo Este y el Distrito Nacional, hasta llegar al Malecón. Todavía se debate qué tipo de embarcación se usará y la disponibilidad de mantenimiento.
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