miércoles, 27 de enero de 2010

Aeropuerto Barahona va a operar para Haití

El diplomático haitiano pasó revista a la situación que atraviesa el vecino país, luego del poderoso terremoto de 7 grados que devastó su capital, Puerto Príncipe.

Aprovechó su intervención para anunciar iniciativas, como el aprovechamiento del aeropuerto internacional de Barahona para el tráfico aéreo de nacionales haitianos, y agradecer al gobierno dominicano la propuesta de construir el tramo carretero desde Jimaní hasta Fond Parisien. Cinéas entiende que la situación se está normalizando lentamente en Haití.

Citó como contratiempo la falta de coordinación en la ayuda que llega a esa nación desde diferentes partes del mundo.

El embajador Cinéas agradeció la solidaridad de los dominicanos y, en un mensaje dirigido a los haitianos residentes en el país, los invitó a “ser dignos” del apoyo recibido por el gobierno y la comunidad dominicana.

Dijo que aún no sabe si serán celebradas en Haití las elecciones presidenciales pautadas para noviembre de este año.

El embajador de Haití en República Dominicana, Fritz Cinéas, anunció ayer que el aeropuerto internacional María Montez, ubicado en la provincia Barahona, se convertirá en la terminal aérea que en lo adelante utilizarán los haitianos residentes en distintas partes del mundo para viajar hacia y desde Puerto Príncipe.

“Entonces, Barahona sería como el aeropuerto de Puerto Príncipe. Los pasajeros llegarían en aviones a Barahona, y en autobuses irían a Puerto Príncipe”, apuntó el diplomático haitiano.

Cinéas valoró como un gran gesto de solidaridad con el pueblo haitiano la decisión de las autoridades dominicanas de facilitar que el aeropuerto internacional María Montez funja como una terminal habilitada para recibir y despachar a los haitianos que viven fuera de su país.

Aunque, de hecho, por el aeropuerto María Montez diariamente llegan decenas de vuelos y ayuda humanitaria para Haití, Cinéas explicó que fue en la reunión sostenida el pasado lunes en el poblado fronterizo de Jimaní, cuando su gobierno hizo formalmente la solicitud a las autoridades dominicanas.

A propósito de agradecimientos, Cinéas destacó la propuesta de las autoridades locales, de construir una carretera de 12 kilómetros para facilitar el comercio bilateral y el tráfico terrestre desde Jimaní hasta la comunidad haitiana de Fond Parisien.

Dijo que la iniciativa del gobierno dominicano es bien acertada, debido a que el trayecto que une a los dos países presenta un grave deterioro.

Esperanzas. Entrevistado en el Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe, Cinéas pasó balance a la situación que vive actualmente Puerto Príncipe, después de ser devastada por el terremoto que mató por encima de 150 mil personas y derribó las edificaciones más emblemáticas de esa antigua ciudad, incluido el Palacio Nacional.

“La vida en Haití se está normalizando, pero paulatinamente”, expresó el diplomático haitiano al responder preguntas de los periodistas Manuel A. Quiroz y Osvaldo Santana, directores del periódico El Caribe y de CDN, Radio y Televisión. Calculó que después de dos semanas del sismo, unos 400 mil haitianos han salido de Puerto Príncipe hacia sus pueblos de origen.

Para que esa cantidad de personas pudiere regresar a su tierra natal, “el gobierno puso a su disposición varios autobuses”, dijo.

Además de Jacmel, que fue uno de los pueblos que más sufrieron los efectos del terremoto, Cinéas subraya que Leogane se une a las comunidades más desoladas por el sismo.

El embajador cuenta que en Leogane el 90% de las casas quedaron totalmente destruidas, y que en Jacmel estos daños se sitúan en un 50%.

La atención se centra fundamentalmente en los estragos que este terremoto causó en Puerto Príncipe, pero Cinéas sostiene que para estos dos pueblos y otros afectados por el sismo, el Gobierno dispuso que sean asistidos en coordinación con el voluntariado presente en Haití desde el primer momento de la tragedia.

Cinéas no dejó de agradecer al Gobierno y al pueblo dominicanos las muestras de solidaridad ofrecidas a un país que afronta una de las peores dificultades de su historia.

“Esa gran desgracia ha tenido algo positivo: ha servido para reconciliar a República Dominicana y Haití”, expresó, evidentemente emocionado.

“Nunca dejaremos de agradecer la solidaridad y generosidad del Gobierno y del pueblo dominicanos. Gracias a su ejemplo, el país se está recuperando”, añade Cinéas.

Agradeció también la cantidad de personas que desde distintas naciones del mundo han dicho presente en las labores de rescate y asistencia humanitaria.

Anécdota. Uno de los momentos más emotivos en el encuentro con Cinéas fue su relato de que un obrero haitiano residente en República Dominicana llegó hasta la sede de la embajada haitiana en el país, para manifestarle su satisfacción por la forma en que los dominicanos asumieron la tragedia ocurrida en la capital haitiana.

“Me dijo: ‘señor embajador, nosotros hablábamos mal de los dominicanos, pero ahora nunca más lo haremos, porque nos hemos dado cuenta que fueron los primeros en ayudarnos. A mí, mi vecina me ha llevado comida y todo. He visto dominicanos llorar por nosotros”, recreó Cinéas.

Después de esta anécdota, nuevamente agradeció las gestiones desarrolladas por el presidente Leonel Fernández para asistir a la República de Haití.

Sin ignorar la magnitud de lo acontecido en su país, el diplomático observa que la vida en Puerto Príncipe se ha ido normalizando con el paso de los días.

Entiende que esto básicamente se refleja en la tímida reanimación del comercio, la apertura de los bancos comerciales y de agencias de envío de remesas. Igualmente, en la acostumbrada venta callejera de diferentes mercancías comestibles.

“Después de este desastre, lo más difícil ha sido la coordinación de la ayuda que está llegando”, precisó. No dejó de lado mencionar las precarias condiciones en que el presidente René Préval ha tenido que despachar en sus funciones como jefe del Estado haitiano.

Resaltó que Préval tuvo que instalar su oficina presidencial en un edificio próximo al aeropuerto. Esto así, porque el sismo derribó gran parte de las instalaciones de la casa de gobierno haitiano.

“El esfuerzo del Gobierno ahora es hacer que Haití retome su curso normal”, indicó. Sin embargo, explicó que por las réplicas luego del primer terremoto, “la gente tiene miedo de dormir en sus casas, porque tiene miedo”.

Preocupación. El embajador Cinéas no quiso entrar en consideraciones técnicas sobre el por qué Puerto Príncipe se derrumbó casi por completo a causa del terremoto.

No obstante sus reservas para hablar de ese aspecto, refiere que la capital de Haití en principio no fue pensada como una ciudad con capacidad para albergar cerca de los tres millones de habitantes que tenía antes de ser arrasada por el terremoto.

“Puerto Príncipe es una ciudad que ya cumplió sus 260 años. La ciudad fue fundada en el año 1749. Su estructura y su diseño se han mantenido”, reflexiona.

Una de las propuestas que se barajan para evitar la repetición de una catástrofe como la que mantiene en vilo a Haití es trasladar la ciudad a un lugar relativamente más seguro de ocurrencias sísmicas.

El Banco Mundial y el Gobierno haitiano trabajan en la coordinación de algunos encuentros con expertos antisísmicos, como parte del proceso de reconstrucción de la ciudad.

La idea de esta iniciativa es buscar alternativas confiables que permitan levantar las edificaciones colapsadas en terrenos no tan pasibles de sucumbir ante las fallas geológicas que subyacen en la capital haitiana y que fuera el causante del terremoto más destructivo registrado en la región del Caribe.

A Cinéas le preocupa la cantidad de personas que viven de Puerto Príncipe, y apuesta a que esta experiencia sirva para iniciar un proceso de descongestionamiento de la ciudad.

“La zona metropolitana de Puerto Príncipe tendría más de tres millones de habitantes, lo cual quiere decir que la tercera parte de la población de Haití, estimada en nueve millones, estaría concentrada en ese perímetro. Ahora es el momento de iniciar una verdadera descentralización”, augura Cinéas.

Insiste en que las circunstancias que le tocó vivir a Haití debe convertirse en motivo de peso para iniciar un proceso planificado de distribución poblacional. Haití tiene 27 mil 750 kilómetros cuadrados.

A principios del siglo pasado albergaba una población de un millón 400 mil habitantes. El censo realizado en el 2003 registró una población de 8 millones 400 mil habitantes.

Están fijadas para noviembre

1|| Es incierta aún la celebración de las elecciones presidenciales

La tragedia no solo afectó a millares de personas y edificaciones. Las elecciones también podrían sucumbir.

Según la Constitución haitiana, las elecciones para elegir al presidente de la República deberán realizarse el último domingo de noviembre, previo al último año de cumplirse la gestión del gobierno de turno.

El mandato gubernamental que preside Préval concluye el 7 de febrero de 2011.

Esto indica que las elecciones presidenciales en Haití serían, según su Carta Magna, en noviembre de este año, posibilidad que, dadas las serias consecuencias derivadas del terremoto, se colocaría en una situación de “veremos”.

Cinéas dijo que no ha recibido aun informaciones oficiales sobre lo que plantea este imprevisto.

El escenario se complica mucho más todavía, si se toma en cuenta que para este 28 de febrero el país debería celebrar también elecciones legislativas.

“Entonces, es obvio que mi país no podrá organizar esas elecciones”, expresó Cinéas.

Lo dijo en créole, francés y español

2|| Un mensaje para los haitianos que viven en en la República Dominicana

El embajador haitiano sacó tiempo para enviar un mensaje de esperanza a los haitianos que viven en territorio dominicano, que algunos estiman pasan del millón.

Sus palabras fueron antecedidas por el sentimiento de gratitud hacia este pueblo. “Yo siempre he sido partidario de esa gran amistad y hermandad que ahora se ha manifestado entre estos dos pueblos. Mi pueblo ni mi gobierno nunca olvidarán esta solidaridad. Esto lo digo con mucha emoción, y no voy a cesar de repetirlo”.

Cinéas dijo a los haitianos que viven en República Dominicana que sean dignos del gesto de solidaridad que los dominicanos han mostrado en la difícil coyuntura que vive la comunidad haitiana.

“Que se manifiesten en gratitud hacia el pueblo y hacia el Gobierno dominicano”, dijo Cinéas. El mensaje a los haitianos en el país fue dicho en créole, francés y después traducido al español por el propio embajador.

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