Jacmel, Haití.- La provincia de Jacmel, una de las más visitadas en Haití por sus atractivos turísticos, ya que conservaba gran parte de su patrimonio arquitectónico histórico, quedó practicamente en ruinas por el terremoto que azotó a Haití el pasado 12 de enero. Ayer las autoridades de esa comunidad y efectivos de la Misión de la ONU en Haití (Minustah) sepultaron en una fosa común a más de 400 ciudadanos que murieron aplastados por los escombros.
La información fue ofrecida por una comisión de residentes y autoridades de Pedernales que participaron en la donación de más de 100 toneladas de alimentos a los damnificados del sismo.
Una cantidad similar de comestibles y otros artículos era entregada ayer por instituciones nacionales e internacionales, recabadas en un Radio Maratón realizado mediante una cadena de emisoras la semana pasada en Pedernales.
Los alimentos fueron transportados en tres buques de la Marina de Guerra bajo la supervisión del jefe de esa institución, contralmirante Luis Homero Lajara Solá.
El alto oficial estaba ayer en el destacamento de la Marina en Cabo Rojo de esta jurisdicción dominicana, para supervisar la salida de otro buque que se dirigirá al poblado de Jacmel, conteniendo toneladas de alimentos, medicinas, carpas y agua para los damnificados del terremoto en Haití.
Las ayudas transportadas por la vía marítima al poblado de Jacmel fue recibida por el delegado de la gobernación, Zidor Fednel, y por miembros de la Minustah establecidos en el vecino país.
Fednel informó a la comisión dominicana que arribó allí en los buques que el terremoto mató a más de 400 ciudadanos que fueron sepultados en una fosa común en el cementerio municipal.
El funcionario haitiano dijo que las ayudas fueron las primeras en llegar a ese parte del territorio haitiano y agradeció a los dominicanos residentes en Pedernales por la gran cantidad de alimentos, medicinas, agua, carpas y otros artículos esenciales para los damnificados en estos momentos.
La comisión de dominicana estuvo integrada por el gobernador Francisco Jiménez Sena; Víctor Samboy, de la Defensa Civil; Catalino Ravelo, administrador de la zona Franca de Pedernales, y el sacerdote Antonio Fernández.
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