Santo Domingo.- Joaquín Balaguer, presidente de la República en noviembre de 1961, encabezaba la lista de los dirigentes políticos que iban a ser asesinados en todo el país por órdenes de Ramfis Trujillo y dos de sus tíos, en represalia por la muerte de su padre, el dictador Rafael Trujillo Molinas.
Este plan denominado, “La noche de San Bartolomé”, fue abortado el 19 de noviembre del citado año por la intervención del denominado “Complot de los Pilotos de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD)”, acción que fue determinante para iniciar la democracia y poner fin a los meses sangrientos luego de dar muerte al tirano.
A 48 años de ese acontecimiento, dos de los protoganistas de ese episodio, Rafael Hernández Beato, jefe de mantenimiento de los aviones en la Base Aérea de Santiago, y Raymundo Polanco Alegría, comandante del Escuadrón Caza Ramfis, lamentaron que esa gesta liderada por Pedro Rafael Rodríguez Echavarría, no sea reconocida en el país, pese a que evitó un río de sangre, y aceleró la salida de familia Trujillo hacia extranjero.
Tanto Hernández Beato como Polanco Alegría contaron a LISTÍN DIARIO cómo concentraron los aviones para bombardear la Base Aérea de San Isidro y disuadir las fuerzas militares que soportaba a los Trujillo.
Todo esto sucedía el día después que Ramfis asesinó en Hacienda María a seis de los ajusticiadores de su padre, y se marchara del país por vía maritima.
La noche del 18 de noviembre se reunieron en la Base Aérea de San Isidro Petán Trujillo, el jefe de la Fuerza Aérea, Tunti Sánchez, y los jefes regionales del temido Servicio de Inteligencia Militar (SIM), incluyendo a Alicinio Peña Rivera, quien mataría los políticos y antitrujillistas del Cibao.
La idea era que los hermanos Trujillo, Arismendy -Petán- y Héctor Bienvenido -Negro- asumieran el gobierno tras ejecutarse el plan en contra de Balaguer.
Polanco Alegría dijo no estar seguro si Ramfis ordenó matar a Balaguer antes de partir, pero Hernández Beato, y el capitán piloto retirado Ricardo Bodden, conocedor del tema, confirman que el plan existió.
Del escritorio de Peña Rivera, jefe del SIM en el norte, sacaron la lista de las personas a eliminar, que incluía a militares sospechosos de ser desleales.
“Petán Trujillo llegó a disparar con una metralleta a los aviones que bombardeaban”, dijo Hernández Beato.
El gestor del movimiento que desmontó el plan criminal fue el coronel piloto Manuel Ramón Durán Guzmán. Rodríguez Echavarría aceptó participar solo bajo la condición de ser el comandante.
Los demás participantes fueron Nelton González Pomares; director de operaciones; Pedro Santiago Rodríguez Echavarría sub-jefe técnico; Andrés Rodríguez Méndez, comandante de la base de Barahona; Federico Fernández Smester, Ismael Emilio R. Román Carbuccia, enlace Santiago-San Isidro, Francisco Rodríguez Núñez y Diego Manuel Mena y Mena.
REGISTRO HISTÓRICO DE SOTO JIMÉNEZ
Luego que el grupo de pilotos de la Fuerza Aérea Dominicana que accionó el 19 de noviembre de 1961, tomando el control militar del país, hubo una fuerte crisis, recordó Soto Jiménez.
Estos militares, agregó, en vez de tomar el poder político, apoyaron a Balaguer para que sacara a los Trujillo del país.
Ese evento comenzó en la Base Aérea de Santiago.
Consistió en que todos los aviones fueron llevados con motivo de un supuesto ejercicio a diferentes puntos dell país.
Cuando Ramfis abandonó el país, el 18 de noviembre, de 1961, tras matar a los ajusticiadores de su dictador padre, en la madrugada del otro día, que era domingo, comenzaron los aviones a atacar la Base de San Isidro y otras instalaciones militares que siguieron leales a Trujillo como las fortalezas Mao y Puerto Plata.
La mayoría de los aviones AT- 6 fueron concentrados en el aeródromo de Consuelo.
La base aérea de Barahona no operó. Su comandante fue hecho preso, y cuando el general Tunti Cáceres ordenó que atacara a Santiago, no contaba que el nuevo jefe de allí no respondía las instrucciones pro trujillistas.
Los remanentes del Trujillismo, bajo esa presión y ataques, decidieron irse.
“Ese fue el golpe de Estado de Echevarría, y no se reconoce como una gesta patriótica, como lo que es, y hasta el nombre 19 de Noviembre fue cambiado a Base de San Isidro”, criticó Soto.
En tanto, Ricardo Bodden planteó la importancia de que el gobierno, el Congreso y las organizaciones civiles le rindan homenaje a estos hombres que aportaron para la libertad y la democracia que hoy vive el país.
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