La institución tiene ahora interés en lograr un engranaje entre la producción de los asentamientos agrícolas y los mercados; algo así como producir no solo por amor al arte, sino tomando como base el tipo de demanda existente.
El director del IAD, ingeniero Frank Rodríguez, dijo ayer al participar como invitado en el Desayuno económico de Multimedios del Caribe que para lograr esa meta el organismo diseñó el concepto de la asociatividad entre los actores agrarios.
Rodríguez opina que en el actual contexto mundial la producción pequeña-individual no tiene sentido, sino que el enfoque debe ser hacia la asociatividad productiva.
La premisa de la que parte el funcionario estatal es que los parceleros pueden lograr más y obtener mejor provecho de los predios si trabajan como un anillo y no cada uno por su lado.
“Por ejemplo tenemos la economía de escala. No es lo mismo vender cien quintales de arroz que vender cien mil quintales los parceleros juntos. De igual modo, tenemos la parte de acceso a los factores productivos.
El precio al que se adquiere un quintal de fertilizante no es el mismo de quinientos quintales, sino mayor cuando lo compra un solo productor”, apuntó Rodríguez, para dar fuerza a su visión sobre el tema.
El IAD tiene 505 asentamientos en todo el país y ha distribuido 8 millones 493 mil 926 tareas.
Tomando como base ese punto y el hecho de que la institución tiene 100 mil 74 parceleros, Rodríguez asegura que no tienen razón quienes desde diversos litorales han pedido que el IAD sea cerrado porque su razón de ser fue agotada.
En la extensa conversación, el funcionario aclaró que el concepto asociatividad de ningún modo remite a lo que es colectivismo.
Más bien tiene que ver con cooperativas, juntas de regantes y asociaciones, donde cada familia en los asentamientos tiene su parcela individual, pero todo lo que implica producción y comercialización lo hacen de manera asociada para aprovechar un conjunto de elementos favorables.
Por eso, favoreció que los títulos de propiedad por parte del Gobierno a los asentados se otorguen de la misma forma (de manera asociativa).
Con títulos se hacen muchos cuentos
El director del Instituto Agrario Dominicano dijo que sobre el tema de la titulación hay muchas historias y muchos cuentos en República Dominicana, y pocas veces se dice la verdad.
“El IAD ha titulado a 14 mil parceleros, es decir, el 14 por ciento, pero no son títulos definitivos, sino carta constancia, porque para que el título definitivo sea válido hay que hacer un deslinde, o sea, establecer los límites hacia todos lados del terreno, y un deslinde de una parcela cuesta mucho dinero”, expuso.
Expresó, además, que es una mentira que la banca vaya a prestar a una persona que tenga 40 ó 50 tareas, debido a los riesgos a que se expone la agricultura.
“Pero además, procesar un crédito a una parcela de 40 ó 50 tareas sale más caro que la ganancia que obtendría el banco. No es cierto que porque una persona tenga un título individual la banca comercial le va a prestar”, apuntó.
Realiza un inventario sobre sus tierras
Frank Rodríguez informó que la institución realizó un inventario, el cual se está “limpiando” para determinar la cantidad de tierra que tiene ese organismo y la que podría ser factible adquirir con un decreto de declaratoria de utilidad pública para repartirlas a campesinos.
El funcionario informó que el IAD tiene asentamientos en tierras que legalmente pertenecen a manos privadas, porque el Estado no ha pagado por su valor y los títulos permanecen a nombre de las personas a las cuales se les declaró los predios de utilidad pública.
Sin embargo, dijo que no conoce con exactitud cuál es el monto adeudado “porque a veces la Secretaría de Hacienda –encargada de pagar- entrega algunos recursos pero no le avisa al Instituto Agrario Dominicano.
Precisamente, el pasado 16 de febrero, organizaciones agrarias de varias puntos revelaron que son amenazados desde el sector privado por personas a las que el Gobierno en el pasado les compró sus tierras, pero les dejó los títulos que poseían, y ahora los usan como arma para sacarlos de las propiedades.
El traspaso produce otro efecto
Según los números oficiales, el 54 por ciento de los títulos individuales que ha entregado el Instituto Agrario a parceleros han sido vendidos a un tercero, principalmente a personas adineradas, “porque los pobres en República Dominicana no son los que compran la tierra”, de acuerdo a las expresiones de Frank Rodríguez.
Con ese fenómeno (el de la titulación individual) se está haciendo una contrarreforma, debido a que incluso personas que residen en el exterior las están adquiriendo, no necesariamente para ponerlas a producir.
La situación obedece a un problema que Rodríguez define como de estatus social.
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