Decenas de obreros saquearon hoy las ruinas de la planta envasadora de gas licuado de petróleo de la carretera de San Isidro donde ayer en la madrugada explotó un camión tanquero que descargaba carburante. El saqueo fue llevado a cabo por “buzos” dominicanos y haitianos que viven en los sectores La Grúa, Mendoza, Los Cocos y La Toronja, y que ganan el sustento diario vendiendo cables eléctricos, chatarras y objetos de metal.
Los buzos llegaron en las primeras horas de esta mañana con mandarrias, seguetas, martillos y otros instrumentos.
Pese a los esfuerzos de empleados de la planta Leon Gas, los buzos cortaron y cargaron cables eléctricos medidores, rociadores automáticos contra incendio, planchuelas de aluzinc del techo, y el acero de uno de los tanques que explotaron.
Igualmente cargaron con las varillas de la edificación, las rejillas de metal del desagüe y las tuberías del agua potable.
El saqueo de las ruinas se llevó a cabo en momentos en que técnicos de la empresa Seguros Banreservas hacían un levantamiento de los daños y llevaban a cabo las investigaciones de lugar.
Ramón Portorreal, residente en el sector, dijo que esa planta envasadora debe ser trasladada a otro lugar, aunque admitió que fue instalada en el 2002, cuando esa zona era monte y no había ninguna urbanización en los alrededores.
“La verdad debe ser dicha, porque esa planta fue instalada ahí cuando por aquí no vivía nadie”, dijo Portorreal, quien manifestó que ya deben sacarla a otro lugar donde no viva tanta gente.
El Nacional supo hoy que el camión tanquero que explotó era propiedad de la empresa Gas Hermanos Díaz y era conducido por Humberto Vásquez, nativo de Santiago, quien resultó con ligeras quemaduras.
Un oficial del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Este que pidió no ser identificado, dijo que la planta respondía a los estandares de seguridad que se requieren a nivel internacional.
Reveló que disponía de válvulas de seguridad y una red de rociadores automáticos y extintores manuales.
Dijo que la planta estaba tan bien diseñada que la estructura no colapsó a pesar de la fuerza de la explosión, que causó daños a unos 500 metros a la redonda.
Mientras tanto, propietarios de establecimientos comerciales, viviendas y vehículos dañados por la explosión trataban hoy de comunicarse con los responsables de las empresas aseguradoras del camión y la planta de gas.
En muchas viviendas aún hoy no han sido restablecidos los servicio de electricidad, telefónico y de televisión por cable.
En otras viviendas esos servicios ya fueron restablecidos, aunque muchas permanecen sin ventanas.
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