Santo Domingo.- Un grupo de dirigentes comunitarios de San Isidro, junto al sacerdote Luis Amaury José Vólquez, encargado de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, presentó ante la Procuraduría de Medio Ambiente el caso de los negocios de recreación que colocan música a niveles ruidosos.
Los comunitarios manifestaron sus inquietudes porque decenas de familias se ven afectadas todas las semanas por los colmados y colmadones ubicados en las principales calles del paraje, cuyos propietarios violan abiertamente la ley de 64-00 sobre Medio Ambiente, y hacen caso omiso a los reclamos de la comunidad.
Los establecimientos ruidosos provocan que el tránsito de la carretera Mella se obstaculice porque, al no tener el espacio adecuado para funcionar, hacen que el público ocupe las aceras y parte de la calle. Tanto los propietarios como los dirigentes comunitarios conversaron con las autoridades en procura de llegar a un acuerdo y resolver el problema que dificulta el desarrollo sano de San Isidro, uno de los sectores más antiguos de la Zona Oriental, según informó el sacerdote.
La noche del viernes pasado un equipo de agentes armados intervino a varios negocios ruidosos. Pero al otro día estos continuaron sus prácticas ilegales sin mayores inconvenientes.
San Isidro es un paraje del distrito municipal San Luis y se ubica en las inmediaciones de la base principal de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD). Gran parte de su población es militar o tiene alguna relación con los cuerpos castrenses.
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