miércoles, 3 de marzo de 2010

Pechos firmes y cuidados

El pecho es una de las zonas más sensibles a la pérdida de firmeza. Los senos están compuestos de tejido glandular y graso y al estar sostenidos sólo por la envoltura cutánea sobre el músculo pectoral, tienden a denotar los efectos de la gravedad fácilmente.

Además, el volumen del seno sufre variaciones a lo largo de la vida debido a la presión hormonal que rige su actividad. Especialmente en determinadas etapas de la vida en las que la forma y volumen se ven drásticamente alterados, tales como la pubertad, cambios bruscos de peso, embarazo y menopausia.

Todos estos factores hacen que el pecho sea una de las partes del cuerpo que hay que cuidar con más atención para así poder evitar su relajación natural, siendo de vital importancia la hidratación y el cuidado específico de la zona.

Los senos propiamente no tienen músculos, sino que los mismos están por debajo de las glándulas mamarias, pegados a la caja torácica. Sin duda alguna que toda la tensión recae en la piel. Así, para evitar la flacidez hay que enfocarse en la piel para que la misma tenga buena concentración de colágeno. El colágeno es una glicoproteína sintetizada por fibroblastos y para obtenerlo se necesita consumir vitamina A, B, D y algunos minerales como el hierro, magnesio y zinc, entre otros.

Si estás embarazada. El pecho es la angustia de toda futura mamá, pero si se siguen ciertos consejos no hay de qué preocuparse. Ante todo, ponte un sujetador que sostenga bien que puede ser de algodón suave y con tirantes anchos fáciles de regular. Hidrata y suaviza el pecho en profundidad dos o tres veces al día y utiliza una crema especial antiestrías.

Para calmar los dolores puedes darte un masaje suave con un guante de baño mojado en agua tibia.

Durante la lactancia sigue hidratando el pecho todos los días, pero no los pezones sin antes haberle enseñado la crema al pediatra que te sabrá decir si hay algún riesgo para el recién nacido.

Para un súper escote

Gracias al seguimiento de unos buenos hábitos en el cuidado diario de la zona del pecho, no sólo se pueden optimizar los efectos del tratamiento para lucir un escote firme, sino que también puede preservarse su buena salud. Se recomienda una hidratación constante. Aplicar al menos una vez al día una crema específica .

Un chorro de agua fría en los senos estimula la tonificación de la piel de la zona.

Es importante utilizar un buen brassier y jamás prescindir de su uso durante la práctica de deporte o actividad física.

Al igual que los brazos, piernas y el rostro, los senos necesitan exfoliarse cada cuatro o cinco días, de esta forma se facilita la renovación de la piel y la absorción de las cremas hidratantes.

La dieta influye

Consume menos lácteos y sus derivados, éstos desequilibran las hormonas al contener las hormonas de la vaca. Cereales como cebada, centeno, trigo, maíz y avena proporcionan mayor turgencia a los senos. El germen de trigo por su riqueza en vitamina E retrasa el proceso de degradación de los tejidos.

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