Es que la gente ha optado por visitar con mayor frecuencia los negocios regenteados por el Instituto de Estabilización de Precios, donde la cadena de intermediación no tiene espacio porque el Inespre compra de manera directa a los productores.
Ayer, el director ejecutivo de la institución, Ricardo Jacobo, fue el invitado especial del Desayuno económico de El Caribe, un espacio que aprovechó al máximo para esbozar los planes y proyectos de su gestión y de paso citar las realizaciones junto al equipo de trabajo que le acompaña.
“En el caso de los supermercados que tenemos están prácticamente sostenibles con un nivel de venta en lo que va de año por 102 millones 821 mil pesos”, dijo Jacobo, quien estuvo acompañado del subdirector de planificación, Homero Cabral, y Nelson Rodríguez, subdirector de Programas.
El supermercado de la sede central (avenida Luperón con 27 de Febrero) ha vendido este año RD$27 millones, el de la Hermandad de Pensionados, RD$17 millones; el de las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, RD$20 millones; el de Santiago, RD$34 millones y el de Hato Mayor, que empezó hace tres semanas, RD$3.7 millones.
Según los datos ofrecidos, en los puntos móviles, supermercados y las plazas que opera Inespre en los días picos se registran unas 23,500 facturas por vía de la gente que adquiere los productos ofertados, y los días considerados normales las facturas oscilan entre 15 mil y 18 mil.
Los resultados de los programas junto a la apertura de locales por parte de una institución que se creía muerta han generado presiones y peticiones desde distintas direcciones.
“Tenemos el problema que todos los días desde diversas partes nos exigen que abramos un punto; nos llegan miles de cartas en adición a las llamadas de los gobernadores provinciales para pedirnos el supermercado de San Francisco, el de La Vega, el de Pedernales (…), expuso Ricardo Jacobo.
También refirió que algunos sectores del comercio dejan ver su descontento con las acciones del Inespre bajo el argumento de que “no les cuadran” los precios a los que esa institución vende, porque se trata de un porcentaje inferior a otros negocios.
Comida está primero, comodidad luego
A finales del próximo mes, Ricardo Jacobo cumplirá su primer año al frente de una institución de la cual diversos sectores pidieron a voces su cierre antes de que él llegara porque no funcionaba.
El funcionario ha dejado en un segundo plano temas que algunas personas consideran de importancia, como el de la comodidad, según expuso.
“Estamos enfocados en trabajar y dar mucho más valor al aspecto alimenticio. Es más, les puedo decir que una remodelación que estamos haciendo a las oficinas principales no la hemos terminado.
A veces me dicen que las instalaciones físicas están muy feas, pero yo respondo que vamos paso a paso, porque primero está la comida, los súper, las plazas y después está la comodidad de nosotros”, apuntó el director ejecutivo del Inespre.
La gestión de Jacobo inició con la recepción de las plazas que en los últimos años manejaba la Secretaría de Agricultura.
Actualmente tiene funcionando 108 de esos negocios.
Unidades móviles y parte presupuestaria
El programa de unidades móviles del Inespre, de acuerdo a expresiones de Nelson Rodríguez, subdirector de Programas, contempla a largo plazo tener 250 unidades de distribución y en una primera etapa 125 con ventas totales de RD$131 millones mensuales.
El costo de operar esos puntos es de RD$25.9 millones, recursos que el Inespre no tiene en estos momentos.
La asignación presupuestaria del Instituto de Estabilización de Precios es de RD$29.7 millones, pero a partir de enero de este año la presidencia de la República ha dispuesto por tres o cuatro ocasiones de aportes extraordinarios que han permitido encaminar una serie de iniciativas.
“Hay que entender que el mismo Presidente ha explicado el tema de la baja en las recaudaciones del Estado, y por ende hay limitaciones en los aportes que puedan hacerse.
Y a pesar de eso el mandatario nos ha dado recursos para que podamos desempeñar las labores que estamos realizando ahora”, explicó el director del Inespre.
Un mapa que conduce a sitios críticos
Para llegar a los puntos con mayores precariedades las autoridades y técnicos del Inespre realizan un rastreo minucioso utilizando los mapas de la pobreza, mapas digitales, el nivel de densidad de los lugares, y se identifica la oficina más cercana de esa institución para ubicar la ruta de acuerdo a los criterios establecidos.
Para mantener la consistencia y la permanencia en el tiempo de los proyectos se crea una supervisión y un mecanismo de control.
Las metas de la actual gestión es crear un supermercado en cada municipio cabecera del país.
“Esa es la línea que nos trazó el presidente Fernández”, expresó Ricardo Jacobo.
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