Santo Domingo, 7 nov (PL) Un dominicano de 47 años intrigado por los efectos que producen las alarmas de bomba en los aeropuertos internacionales fue arrestado hoy por la policía, a la que tendrá que dar varias explicaciones.Carros de bomberos, expertos en explosivos y técnicos con toda su parafernalia se pusieron en movimiento al unísono y suspendieron la entrada y salida de vuelos.
Unos ocho centenares de pasajeros quedaron varados mientras las autoridades buscaban la clásica aguja en el pajar, con la agravante de que esta podía detonar y crear el caos en medio del atardecer tropical.
Tras varias horas de susto, durante las cuales los demorados consumieron centenares de esas meriendas insípidas que se distribuyen en los aeropuertos en tales situaciones, las autoridades concluyeron que se trataba de una falsa alarma.
La policía domincana, ni tarda ni perezosa, se dio a la búsqueda del autor del telefonema misterioso que, asustado por los efectos de su broma, arrojó el móvil a una letrina, de donde las autoridades lo rescataron.
Los primeros interogatorios indican que el autor confeso, Cristino Espinal, estaba intrigado después de oir que "a los aviones se les ponen bombas" y la mejor salida a su inquietud fue darle una probadita a la emoción.
Una decena de vuelos, de carga y de pasajeros, tuvieron que incumplir su itinerario por la inusual llamada telefónica.



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