Los apagones siguen castigando de forma inmisericorde a la población. No importa que se trate de un taller, de un salón de belleza, una farmacia, un colmado o de un centro de recogimiento.Los cortes de la electricidad se sienten por todas partes.
La situación, en vez de mejorar, parece seguir una tendencia al agravamiento, según cuentan representantes de diversos lugares que sienten en carne propia los largos y prolongados apagones.
A ello se agrega que muchas residencias ahora deben pagar hasta por encima del 20% de lo que implicaba días atrás el consumo por electricidad.
“Yo puedo decirte que cada día la cosa está peor; aquí la luz se va hasta cuatro horas, pero luego llega para volverse a ir por más tiempo.
Es una situación que afecta de manera tremenda al comercio”, expuso con dejo de desesperanza un dependiente de la Super Bodega Las Praderas, de la calle Estancia Nueva 41, de Las Praderas, en el Distrito Nacional.
El panorama en lugares más alejados, porque en zonas como Las Malvinas, de Herrera, en Santo Domingo Oeste, el domingo sus residentes se acostaron a oscuras.
En la madrugada sintieron la visita efímera de la energía, pero antes de las 6:00 de la mañana ésta se había ido.
Un lunes peor que el domingo
Las amas de casa que en la mañana se quejaron de que “en la electricidad vamos como caña para el ingenio”, no se equivocaron.
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