Pero el impacto más positivo que tendrá el proyecto será el terminar con el "monopolio y la mafia", que dice, opera tanto en la carga como en el transporte público de pasajeros, a través de los sindicatos.
"El tren va a bajar los costos, porque es más eficiente, más rápido, y los grupos tendrán que adaptarse a esto, porque si se permite que lo boicoteen estaremos en lo mismo y no habrá tal progreso", plantea Bergés.
Según la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), el tren tendrá capacidad para transportar diariamente 142 mil toneladas de carga y 46 mil pasajeros, cifras que se acercan considerablemente al flujo que mueven los grupos de transporte que inciden en la zona del Cibao y cuyos directivos se muestran inseguros y recelosos de la suerte que podrían correr si el proyecto se hace realidad.
Freddy Méndez, presidente de la Unidad de Propietarios de Autobuses, asegura que los 19 miembros que tiene esa organización, entre ellos Caribe Tour, Grupo Metro, Transporte Espinal y Transporte del Cibao, mueven diariamente unas 70 mil personas a la zona del Cibao, más el servicio de carga que ofrecen. A ello se suma el flujo de pasajeros que se mueven a través de las llamadas "guaguas voladoras".
En tanto que, Rafael (Blas) Peralta, presidente de la Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado) afirma que por día se desplazan unos 500 camiones hacia la región del Cibao. Estos vehículos transportan los alrededor de 200 furgones de mercancía que, dice, se mueven hacia esa zona y que salen desde los puertos de Haina y el Multimodal Caucedo.
Conscientes de que podrían ser afectados con el tren, que sería preferido por los pasajeros, Méndez propugna por un encuentro con el Gobierno, a fin de poder llegar a algún acuerdo o sociedad que le garantice la inversión de miles de millones que dicen han hecho en su negocio.
Sostiene que sólo las empresas de transporte privado de pasajeros mencionadas más arriba tienen una flotilla que ronda los 200 autobuses, cuyos precios en la actualidad están entre los RD$8 millones y RD$10 millones.
"Ellos alegarán que el desarrollo y que el país se va a beneficiar, pero las inversiones que tenemos serán fuertemente afectadas y yo creo que amerita una conversación con un sector que tiene miles y miles de millones invertidos en esa área".
Blas Peralta es más radical y advierte que los camioneros harán un caos, si el Gobierno no se acerca a ellos y le dice cual será su participación en el proyecto.
"El Gobierno tiene que sentarse con nosotros y decirnos la participación nuestra y no darnos un "palo asechao", porque van a construir el ferrocarril, pero aquí le vamos a hacer un caos, porque no nos harán como a los del sector público de pasajeros", expresa Peralta.
El ingeniero Bergés insiste en que el tren es un proyecto que conviene a la sociedad y que por tanto se debe anteponer el bien común ante el de un "grupito". Pero entienden que se puede dar participación organizada y por competencia a los gremios que manejan el servicio de transporte de carga y pasajeros.
El tren SD-Santiago según la OPRET
El sistema de trenes combinado de carga y pasajeros recorrerá 126 kilómetros desde Santo Domingo a Santiago de los Caballeros. Podrá desplazase a una velocidad de 220 kilómetros por hora (km/h) con una máxima de 250 km/h. Las rutas de Origen y destinos serán las entradas a las ciudades de Moca, Constanza, San Francisco, Villa Altagracia y San Cristóbal. Aunque todavía el proyecto no ha concluido el proceso de licitación, los recientes anuncios del Presidente de la República, sobre posibles inversionistas acercan a la realidad de ejecución del mismo.
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