Santo Domingo.- El marco jurídico nacional, la preparación y aptitud de las dominicanas, el cambio en la mentalidad de los electores y el precedente que han marcado varios países latinoamericanos al elegir féminas para ocupar la presidencia, son factores que preparan el terreno para que República Dominicana pueda tener una mujer como jefa de Estado.
Así se deduce de opiniones expresadas por Magaly Pineda, directora ejecutiva del Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF); Leonte Brea, politólogo y psicólogo, y Minou Tavárez Mirabal, diputada al Congreso de la República.
Evidentemente alcanzar la jefatura del Gobierno constituye un reto para cualquier persona sin importar su sexo; sin embargo, las mujeres todavía deben sortear algunos escollos culturales y políticos.
¿Cuáles son? En opinión de Pineda, el principal obstáculo tiene que ver con la falta de compromiso de los partidos frente al tema de la inclusión y la equidad de género.
“No tenemos en nuestro país partidos que en su ideología, en su propuesta de nación, hayan asumido la inclusión como un elemento fundamental para la democracia, y dentro de ello el sector de las mujeres, la mitad de la población”, expresa.
Según Tavárez Mirabal, “es evidente” que en el imaginario colectivo persisten obstáculos para la participación política femenina y esto se refleja en el simple hecho de preguntar si en el país se dan condiciones para tener una presidenta.
“Podríamos cuestionarnos -y no lo hacemos- si es que los hombres que nos han gobernado a través de toda nuestra historia lo han hecho tan bien como para que entendamos que deben seguir dirigiéndolo ellos y sólo ellos por siempre”, comenta la legisladora.
De acuerdo con ella, en el país existen mujeres destacadas, con formación académica y política, experiencia en la dirección pública, carisma, voluntad y firmeza para competir y ganar una contienda electoral y ocupar por primera vez el alto cargo.
“Diferentes encuestas señalan desde hace un tiempo que la ciudadanía considera muy positiva la participación de las mujeres en la política y que cerca de un 90 por ciento de la gente vería con buenos ojos un gobierno presidido por una mujer”, afirma.
A juzgar por la situación actual, muchos electores opinan lo mismo. Pineda señala que el país tiene uno de los índices más altos de regidoras y alcaldesas de América Latina.
“Países que han elegido mujeres en la presidencia, como Chile, tienen menos mujeres diputadas que nosotros”, añade la directora del CIPAF, quien observa, además, que mientras unas mujeres han llegado al poder tras hacer una carrera política propia, otras han “heredado” el liderazgo de sus esposos o de sus padres.
Ventajas
Las cinco presidentas que han sido elegidas en Hispanoamérica -este número no incluye a las que han ocupado el cargo de forma interina- sientan precedente y reflejan el “espíritu” de este tiempo.Ese mismo “espíritu” quedó plasmado en la Constitución proclamada el 26 de enero. En su artículo 122, la Carta Magna establece que el Poder Ejecutivo lo ejerce la “Presidenta o el Presidente”, y en el 123 dice que uno de los requisitos para alcanzar este cargo es ser “dominicana o dominicano”.
Al hablar de las posibilidades femeninas para obtener el poder, Leonte Brea se va más allá del marco legal. Las mujeres, según él, aventajan a los hombres en varios aspectos: su capacidad de comunicación, de transmitir emociones y generar empatía se suma a su preparación cada vez mayor.
“En República Dominicana hay una cantera de lideresas, no solamente en los partidos políticos, sino en las empresas, en la sociedad civil y en las asociaciones”, señala el politólogo, para luego agregar: “Una mujer con recursos, como los necesita cualquier hombre, puede alcanzar el poder”.
El machismo en las organizaciones políticas no tiene por qué ser un problema. “Los partidos no se van a suicidar”, advierte Brea; en el momento en que una mujer les asegure el triunfo en las urnas, la van a llevar como candidata. Así que también hay que tomar en cuenta la coyuntura.
En definitiva, en América Latina la mujer ha demostrado que tiene todas las posibilidades de llegar a la presidencia, asevera el también psicólogo.
¿Cuál será la primera dominicana en sumarse a la lista? El tiempo dirá.
¿UNA FORMA DISTINTA DE HACER POLÍTICA?
Magaly Pineda, directora del Centro de Investigación para la Acción Femenina, no cree que las mujeres sean “naturalmente” más honestas que los hombres; sin embargo, cree que la lucha de género ha hecho que algunas políticas tengan una imagen “menos demagoga”.
“Eso posibilita que la gente vote por esa figura en momentos de mucho desaliento con respecto al entorno masculino”, comenta.
Para la diputada Minou Tavárez Mirabal, la incorporación de la mujer a la política ha significado “la más exitosa de las revoluciones que ha vivido la humanidad en los últimos dos siglos”.
Según ella, la humanidad se ha quedado sin respuestas ante la desvalorización y el caos y por eso dirige su mirada hacia la mujer.
“El desafío ahora consiste en no continuar haciendo más de lo mismo al momento de tomar las decisiones importantes, en no llegar a ocupar los puestos de poder para actuar ‘a la macha’, en no repetir las fórmulas que no nos permiten cambiar el mundo”, concluye.
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