La Liga Dominicana de Béisbol Profesional decidió que el cuarto partido de la serie final se juegue en el Estadio Quisqueya y que los Gigantes sean home club, explicando que la medida fue tomada por “prudencia” para evitar conflictos en el Julián Javier, de San Francisco de Macorís. La situación del béisbol podría tomar esta noche un curso favorable de presentarse a juego los peloteros estelares de los Gigantes y que el encuentro transcurra sin incidentes.
De lo contrario, como se ha especulado, los Gigantes podrían salir al terreno con jugadores novatos para cederle la corona a los Tigres del Licey. Sería un rudo golpe para el béisbol profesional dominicano.
Laurentino Genao, presidente de los Gigantes, prometió que los jugadores estelares de su conjunto estarán esta noche en el estadio Quisqueya por las gestiones de Stanley Javier, accionista del conjunto; Luis Dorante, manager y su propia intervención.
Anoche los jugadores de los Gigantes estaban opuestos a seguir participando en el torneo, pero llegó al dogout Stanley Javier y junto a Laurentino Genao padre, lograron luego de un diálogo de más de dos horas, convencer a los componentes de esa escuadra sobre la necesidad de continuar el campeonato.
El alegato principal de Javier y Genao fue que había que respetar a los fanáticos, anunciantes y por el bien del torneo que en los últimos años ha sido calificado de exitoso.
Decisión precipitada
Varios jugadores y dirigentes que pidieron reservas de sus nombres para evitar ser sancionados, catalogaron de precipitada la decisión del doctor Leonardo Matos Berrido, presidente de la Liga, de suspender al jugador Félix Martínez.
Expresaron que esta medida, junto a su tardía comunicación al equipo de los Gigantes, ocasionó la confiscación del partido.
Trascendió que el doctor Matos Berrido no había decidido sancionar a Félix -El Gatito- Martínez, pero que el supervisor de los árbitros lo convenció de que no lo dejara jugar, pues los árbitros norteamericanos habían decidido no actuar en caso de que lo hiciera.
La carta de la Liga llegó tarde a la dirigencia de los Gigantes, de acuerdo a las propias palabras de Genao y del piloto Dorante.
Matos Berrido justificó la decisión al conversar en su oficina del estadio Quisqueya a las 10:48 de anoche.
Admitió que tuvo que realizar una prolongada reunión y que no le dio tiempo a enviar temprano la comunicación, pues no acostumbra tomar decisiones precipitadas del juego del miércoles.
El Gatito Martínez fue expulsado por Jeff Macias, árbitro principal del segundo encuentro realizado en el estadio Julián Javier.
Matos Berrido reiteró que en el juego de esta noche los Gigantes serán home club y que las boletas del encuentro de anoche valdrán para el partido del domingo que también se efectuará en el estadio Quisqueya, pero teniendo como conjunto local a los Tigres del Licey.
Reacción de los fanáticos
Muchos fanáticos al conocer la decisión de la confiscación del partido salieron del play indignados y amenazaron con demandar a la Liga.
Otros señalaron que harán demandas al conjunto de los Gigantes por no presentarse a juego y ellos ser afectados de tener que ir al play y dejar otras actividades, incluso productivas.
Suspensiones
Otro de los argumentos para que los jugadores de los Gigantes se presenten a juego es que el presidente de ese conjunto podría ser suspendido de por vida por la Liga, de acuerdo a lo que establecen los reglamentos de esa organización.
Se expresa en uno de sus artículos que cuando un equipo no se presenta a juego y el partido es confiscado, el presidente de ese conjunto será expulsado de por vida y recibirá la multa de 100 mil pesos.
Matos Berrido no entró en detalles sobre ese particular y uno de los directivos dijo que “se le quiere echar más leña al fuego”.
Las expectativas
Las expectativas para esta noche están al más alto nivel, pues algunos comunicadores en los programas políticos radiales y televisivos, especularon esta mañana que el campeonato había sucumbido, mientras que otros indicaron que existía una tabla de salvación si los jugadores estelares van al terreno y juegan duro.
No se pudo confirmar sobre lo que pasará esta noche, pues el presidente de los Gigantes dice que estarán los peloteros estelares en acción, pero otra fuente afirma que dos jugadores hacen gestiones con sus compañeros para no asistir al Quisqueya.
Precedente
En la campaña 1991-1992 a los Tigres del Licey se les confiscaron cinco partidos luego que Ernesto -Monchín- Pichardo, presidente de ese conjunto, decidió que su equipo no siguiera actuando en la justa, alegando que la expulsión del manager Leo Posada fue injusta y una decisión en contra del conjunto capitaleño por parte de la Liga.
En esa ocasión Matos Berrido expulsó de por vida a Monchín Pichardo.
Conturbados
Anoche se observó a los principales jefes de los equipos Licey y Gigantes conturbados y se miraban unos a otros alrededor de las 11:10 de la noche cuando se tomó la decisión final.
Luego de la medida de la Liga, Laurentino Genao y Stanley Javier se reunieron en cuarto en privado. No se pudo establecer lo que hablaron en ese encuentro que duró cerca de cinco minutos.
Se supo por buena fuente que la reunión era para conversar con los jugadores anoche y esta mañana para convencerlos de que asistan hoy al play a pesar de que se le cambie la sede.
Ese fue un puntal de controversia entre algunos dirigentes y jugadores que no entienden las razones de que el partido se juegue esta noche en la capital y no en la sede que corresponde.
Además alegaron que en otras ocasiones han sucedido hechos más trascendentes y la Liga no ha sido tan severa como en esta ocasión.
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