La tormenta comenzó en el centro del país y muchos de los decesos se deben a hipotermia, accidentes de tránsito y envenenamiento con monóxido de carbono.
Muchas personas están pidiendo una respuesta más rápida a los apagones. Unos 536 mil hogares y negocios en Kentucky estaban sin electricidad, de 600 mil en principio, en el peor apagón de la historia del estado.
Miles de personas en esa zona pasaron la noche en hoteles y albergues a pedido de las autoridades, que dijeron que los equipos de emergencia en algunas áreas estaban demasiado atareados para poder llevar alimentos, agua y mantas y calentadores a todos los necesitados.
Se pronosticaba un alza de 11 grados Celsius (20 Fahrenheit) en casi toda la región, algo que ayuda a los equipos de reparaciones, pero crea otra amenaza: las inundaciones.
Los apagones dejaron inhabilitados los sistemas de suministro de agua en gran parte del occidente de Kentucky, donde en algunas áreas rurales los residentes se vieron obligados a llenar baldes en arroyos. Las autoridades advirtieron que pudiera tomar días o semanas antes de que la electricidad sea restaurada en los lugares más remotos.
Esa incertidumbre tiene a muchos pidiendo ayuda. Las autoridades emitieron el viernes prohibiciones de circular por la noche y llamaron a aquellos cuyas viviendas estaban a oscuras a irse a refugios u hoteles.
Funcionarios locales se mostraron furiosos por lo que dicen es la falta de ayuda del gobierno estatal y la Agencia Federal de Emergencias (FEMA).
En el condado de Grayson, Kentucky, unos 130 kilómetros al suroeste de Louisville, el director de emergencias Randell Smith dijo que los 25 miembros de la Guardia Nacional que participan en el esfuerzo de ayuda no tienen sierras eléctricas para despejar las calles de árboles derribados.
"Tenemos personas en algunas áreas a las que no hemos siquiera visitado'', dijo Smith. ``Nosotros no sabemos siquiera si están vivas''.
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