Esto así, porque implica no sólo aceptar la palabra de los empresarios de que el problema “era de falta de gerencia”, sino también enfrentar el clientelismo político, en un tiempo donde éste se expresa con mayor fuerza, que es en las elecciones locales.
Marranzini, con fuertes inrtereses en el sector eléctrico, tanto del lado público como privado, toda vez que fue presidente del Consejo de Adminsitración de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), ha sido el más duro de los críticos del ingeniero Radhamés Segura, hasta ayer viceppresidente ejecutivo, a quien sustituye desde hoy en el cargo y a quien acusó no sólo de carecer de dotes de gerente, sino de practicar el nepotismo y el clientelismo político mediante el abultamiento de la nómina de ese consorcio.
Dijo en su momento que al ingeniero Segura hay que reconocerle sus cualidades como técnico “pero también hay que reconocer que su gestión ha sido definitivamente un fracaso”.
“Definitivamente que ha sido un fracaso al frente de la CDEEE, pues el hecho de tener que invertir más de cuatro mil millones de dólares en subsidios en cuatro años; el hecho de la vergüenza del Programa de Reducción de Apagones; el hecho de que hay cinco consejos de administración con salarios de 250 mil pesos por persona, el aumento de la nómina y no se entiende qué hacen tantos empleados, esos son costos que llevan al fracaso”, dijo.
Gabinete eléctrico
Se supone, que su nombramiento es un reconocimiento a la validez de esas críticas y que debe esperarse una profunda reestructuración del denominado “gabinete eléctrico”, así como de los mandos administrativos y técnicos de las empresas que forman el consorcio CDEEE, como son las distribuidoras de eléctricidad y las empresas de distribución y generación hidráulica.
Esto último, partiendo de otras declaraciones de Marranzini, cuando dijo que “el problema fundamental de la CDEEE es que no han estudiando administración 101, que es el nivel más básico de administración”.
“Lo más básico en la gerencia de una empresa es verificar que los ingresos siempre sean más que los gastos, y en la CDEEE eso no sucede, ahí hay un déficit enorme y sin embargo se gasta en cosas que no debia gastarse”, dijo.
De igual manera, el nuevo vicepresidente de la CDEEE, se había referido en varias oportunidades al tema de la nómina de la empresa, destacando que en el año 2004 la nómina era de 39 millones de pesos “y ahora Radhamés Segura la ha incrementado a 400 millones de pesos”.
Criticó también la reciente compra de EdeEste al destacar que “en gastos de abogados se pagaron 19 millones de dólares adicionales a los 26 millones de dólares destinados a adquirir las acciones de la Ede-Este. Indudablemente que eso indica un fracaso de la gestión de la CDEEE”.
Como se puede apreciar, el discurso del licenciado Marranzini, que coincide con el d el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), ha sido todo lo contrario a lo que hasta hoy es la CDEEE.
Su nombramiento entonces, puede tener varias lecturas, una de ellas la real intención del presidente de la República de que la CDEEE, como otras entidades del Estado, pase a cumplir su rol, rompiendo con los esquemas tradicionales.
Pero, también romper con el clientelismo político, sin importaro para ello que el país esté casi dentro de la campaña para la renovación de los ayuntamientos y el Congreso.
Otros han visto en la medida adoptada por el presidente Fernández lo que se denomina una “balaguerada”, consistente en poner al principal crítico de una gerstión o entidad al frente de la misma para que aplique sus propias recetas o de lo contrario se queme en el intento.
El Conep
El Conep tiene ahora la oportunidad de que uno de sus líderes ponga en práctica todas las recomendaciones que durante largos años ha venido realizando y que entiende, permitirán que en pocos años se supere la crisis de décadas en el sector.
0 comentarios:
Publicar un comentario