El Departamento de Correcciones del Estado en control de las cárceles y sus reos, confirmó a través de su portavoz Linda Flogia, que Hagan había sido liberado ayer martes en la mañana. El asesino, conocido también en la época como “Talmadge Hayer, fue detenido minutos después del crimen para el que usó una escopeta calibre 12.
Cuando disparó contra Malcom X, este pronunciaba un discurso ante 400 personas en el Audobon Ballroom de la calle 166 y avenida Broadway en el Alto Manhattan y la esposa e hijos del occiso, presenciaron el crimen.
Hagan, que trataba huir abriéndose paso entre los asistentes, fue casi linchado por docenas de militantes de la Nación del Islam, organización a la que él también pertenecía. Fue severamente golpeado y recibió un tiro por lo que fue ingresado en la emergencia del hospital Presbiteriano situado al otro lado de la avenida y casi frente a la escena del crimen.
Durante el juicio en 1966, Hagan admitió su responsabilidad directa en el crimen. Horas después del asesinato, se espació el rumor en Harlem de que el gobierno de Estados Unidos a través del FBI, había planeado la muerte de Malcom X, lo que provocó que cientos de afro americanos de ese barrio, se lanzaran a las calles, enfrentándose a la policía.
Varios edificios fueron parcialmente quemados y las calles se convirtieron en un caos. Años después, se dispersó la teoría de que pudo haber sido el líder de la Nación del Islam, Louis Farrakan, quien ordenó el asesinato, porque el liderazgo de Malcom X comenzaba a hacerle “sombra”.
10 años después del crimen, Hagan dijo que Malcom X había provocado su propia muerte porque era un “hipócrita” que ensuciaba a la Nación del Islam, porque se puso contra el líder de la organización, Farrakan, cuyo nombre musulmán es Elijah Muhammad.
Otros dos sujetos fueron condenados también por el crimen, pero hace más de dos décadas salieron en libertad condicional. Ninguna de esas especulaciones, han podido ser probadas a través de los años, aunque continúan creando dudas entre los que conocieron la historia en su momento y los que han seguido sus trazos en la posteridad.
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