Santo Domingo.- A menos de tres semanas de las elecciones de medio término, el partido de gobierno se prepara para una de sus más contundentes victorias electorales, desde su fundación en 1973. En la medida en que pasan los días, la figura política del presidente Leonel Fernández despierta mayor simpatía, y es notoria la histeria que provoca su presencia en las comunidades que visita.
Si las elecciones fueran hoy, el PLD estaría asegurando unas 28 senadurías, mientras compite en otras tres provincias, dos de las cuales con muchas posibilidades de obtener la victoria.
La última encuesta realizada por una firma internacional reconocida, no deja dudas del posicionamiento del gobierno y del partido oficial, pero sobre todo, el triunfo que obtendrían sus candidatos en las cuatro plazas electorales fundamentales, que son el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo, Santiago y San Cristóbal, que representan la mayor parte del caudal de votos del país. Hoy el PLD estaría ganando casi todo el Cibao y el Sur, solo con la excepción de una provincia del noroeste. Lo mismo está pasando en el Este, compitiendo en una sola provincia.
Penn And Shoen, que es una de las firmas que históricamente más acierto ha tenido en los pronósticos electorales, ha informado que en los cuatro lugares principales del país, el PLD y sus fuerzas aliadas estarían superando con más de diez y quince puntos a sus adversarios del partido blanco.
Al menos cuatro reputadas firmas encuestadoras, con datos de las últimas horas y días, concuerdan en una victoria contundente del PLD. Ya muchos dirigentes del PRD comienzan a dar explicaciones de la misma, y pocos se atreven a usar el ardid de uso de los recursos del Estado, porque en esta campaña el gobierno se ha cuidado al máximo y hay quejas de los candidatos oficiales por la falta de apoyo de todo tipo.
Hay otras diez provincias donde la simpatía por los candidatos del PLD hoy supera el 60%, y cuatro donde el porcentaje es superior al 70%. En algunas provincias el PRD da por perdida la batalla electoral, y sus propios estrategas de campaña así lo han señalado en diferentes programas de televisión. Hay candidatos del PRD que apenas han arrancado, y otros que ni siquiera han puesto vallas y afiches.
Tal parece que la desmoralización cunde en el Partido Revolucionario Dominicano, donde la lucha interna, los enfrentamientos grupales, los choques de intereses interpersonales y las tradicionales guerritas entre dirigentes, doblan el ánimo de los perredeístas. Esto al margen de la pésima escogencia de los candidatos, que en la mayoría de los casos, de acuerdo a lo que hoy dicen los principales cuadros políticos adversos a Miguel Vargas, ha sido el producto de la improvisación.
Tal y como siempre lo ha hecho el jefe del Estado, cada vez que hay unas elecciones de medio término, sale a las calles a respaldar a los candidatos a las diferentes posiciones, en su condición de Presidente del partido. En esta ocasión con un PLD unido, bien integrado a la dinámica electoral, sin dejarse arrastrar por los apetitos de aspirantes a candidatearse para la presidencia de la República, porque la dirección política de la organización trazó con tiempo la meta inmediata: ganar las elecciones del año 2010.
Para el PLD, ganar estas elecciones nunca ha sido una tarea difícil, porque bastaría con sacar un senador más de los que actualmente tiene. Eso solo le garantiza el éxito electoral, porque ni el presidente Fernández, ni los estrategas del PLD, ni los candidatos, han puesto a depender las elecciones del doce de lo que pase en el diez.
El PRD sí lo ha hecho, y en voz del propio presidente de la organización se ha escuchado muchas veces la frase: “para avanzar en el diez y ganar en el doce”. De manera que si no obtiene un senador más de lo que actualmente tiene, eso significa la quiebra de un liderazgo que en su momento lo tuvo todo a su favor, incluso la percepción de que sería el escogido, cosa que hoy se ve muy lejana. Sus adversarios jugarán a eso, y ya se están preparando.
Ahora el ex presidente Hipólito Mejía, ante el fracaso que se avisora de su partido, sale al ruedo y ya anuncia su disposición de competir internamente para convertirse en el candidato oficial del partido blanco. Ya todos saben que Hipólito no está jugando, aunque muchos temen que se pueda volver a enfrentar con murallas y rocas difíciles de vencer en mayo del 2012.
La última encuesta de Barómetro Latinoamericana asigna un 56% de simpatía al presidente Leonel Fernández, y en casi todas las mediciones que se hacen en el país, tanto el PLD, el gobierno, como el Presidente de la República tienen una evaluación positiva que supera el 60%, prácticamente en todas las provincias. Y aunque no sea el candidato del PLD dentro de dos años, no hay duda que su impronta estará presente y deberá alimentar y determinar lo que pueda pasar en la contienda. El PLD tiene más de cinco aspirantes con capacidad para competir con éxito en el futuro.
En el PLD hay fuerzas importantes que no descartan un escenario en que se pueda volver a ver al presidente Fernández como candidato, lo que estaría dependiendo de una serie de situaciones especiales, como serían las mediciones de cada uno de los aspirantes y la competencia que tendrían con los posibles candidatos del PRD.
En el PRD se comenta la posibilidad de que si pierden en la forma en que se advierte, este sería un golpe demoledor para la figura que se perfilaba como posible candidato, el hoy presidente del partido Miguel Vargas. En cambio estarían pensando en lo que pasará con Milagros Ortiz Bosch, cuyo papel estaría por verse en estas elecciones. Pero si saca buena ventaja, aún no ganando, la estarían lanzando frente a Hipólito y Miguel, que sería una forma de repetir la misma historia de hace unos años.
Todo apunta, de acuerdo a las encuestas, a que Reinaldo Pared volverá a ganar con amplio margen en la capital, de la misma forma en que lo hará Roberto Salcedo, Cristina Lizardo y Juan de los Santos. Pero en algún momento la gente cercana a los perredeístas ha contemplado la posibilidad de Milagros, ante lo que llaman el fracaso de Miguel y la frustración que generaría la llegada de Hipólito. Sin embargo este último cree que tendría mayores posibilidades que los otros dos.Lo cierto es que a 17 días de las elecciones, el escenario está pintado para un nuevo triunfo del PLD, que necesariamente estimulará su fortaleza interna y permitirá a su dirección jugar a la inteligencia política para buscar la mejor vía para escoger su próximo candidato sin mayores contratiempos, sobre la base de permitir que se exprese la mayoría y sobre todo de que impere la democracia y que el pueblo escoja lo que desee.
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