El aguacate es originario de las regiones de Latinoamérica con exclusión de las Antillas, en donde fue introducido posteriormente, y fue conocido por los españoles durante la colonización. Se dice que es la única fruta que posee todos los elementos nutritivos: proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas, sales minerales y agua.
Actualmente se cultiva principalmente en regiones subtropicales, y también en España, sobre todo en la Costa del Sol y Canarias. Tiene forma de pera, corteza gruesa y dura, y pulpa de consistencia mantecosa. El peso normal oscila entre 200 y 300 grs. Las grasas constituyen el principal componente del aguacate tras el agua, por lo que su valor calórico es elevado(135 calorías por cada 100 gr.). Aporta una baja cantidad de hidratos de carbono y menor aún de proteínas.
En cuanto a la grasa que contiene, ésta es mayoritariamente monoinsaturada; el 72% del total de grasas es ácido oleico, característico del aceite de oliva, que ayuda a reducir el colesterol “malo”. Es rico en minerales como el potasio, el magnesio y pobre en sodio, por lo que está muy aconsejado para aquellas personas que padecen hipertensión o problemas de corazón.
Destaca su contenido de provitamina A, vitamina E (antioxidantes) y ciertas vitaminas hidrosolubles del grupo B, como la B6 o Piridoxina, importante para el funcionamiento del sistema nervioso.
Por su contenido graso y de vitamina E (antioxidante natural), se recomienda su consumo a personas con riesgo cardiovascular; pero por ser bastante calórico, se ha de moderar en caso de sobrepeso u obesidad. Por otro lado, su aporte de potasio es muy elevado, por lo que aquellas personas que tienen alteraciones renales importantes deben excluirlo de su alimentación si llevan a cabo una dieta con control de potasio.
Se puede consumir de muchas maneras, incorporándolo a numerosos platos y combinándolo con infinidad de ingredientes. Un forma tradicional de prepación del aguacate es el guacamole, que es una papilla a base de la pulpa de aguacate machacada a la que le añaden pimientos, cebollas, especias, tomate y zumo de limón.
También se elaboran zumos, batidos e incluso sopas de aguacate. Cuando elaboremos platos a base de aguacates, no debemos olvidar que la sal debe echarse en el momento de ir a comerlos, pues si se pone con anticipación los aguacates se oscurecen.
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